El Anticristo usará las redes sociales para controlar a la humanidad, dice un líder religioso ruso
Cirilo I, Patriarca de Moscú y toda Rusia (ese es su título oficial), líder de la Iglesia ortodoxa de ese país, desconfía de internet y de las redes sociales, y del camino al que pueden llevar a la humanidad.
No es ninguna sorpresa, honestamente. Se trata de un líder religioso conservador ortodoxo de 72 años, pero lo interesante es hasta qué punto considera Cirilo que las redes sociales son una amenaza, y el grado de imaginación que ha empleado para advertir sus peligros, lo que lo ubican como la versión religiosa de un guionista de Black Mirror.
El Anticristo, un millennial
Hablando en la televisión estatal rusa, el Patriarca Cirilo advirtió a los usuarios de smartphones. Dijo que había que ser cuidadosos con esta «world wide web de aparatos» porque representan «una oportunidad para tomar control global sobre la humanidad».
Una idea un poco conspirativa y paranoica pero bastante extendida, premisa fundamental de muchas historias distópicas de ciencia ficción. Pero el religioso ruso luego continuó:
« El Anticristo será quien esté a la cabeza de la world wide web, controlando a toda la humanidad. Cada vez que utilices tu aparato, te guste o no, hayas activado tu ubicación o no, alguien puede saber exactamente dónde estás, exactamente cuáles son tus intereses y exactamente a qué le temes».
Finalmente, se preguntó y nos preguntó: «¿Imaginas el poder que estará concentrado en las manos de aquel que obtenga el conocimiento de lo que está ocurriendo en el mundo?».
Pues, según el religioso, es ese control global concentrado un una sola persona lo que presagia la llegada del Anticristo.
También se atajó ante posibles críticas. No es que la Iglesia ortodoxa rusa esté en contra de la tecnología, aclaró; está en contra de «un sistema diseñado para controlar la identidad de las personas».
Dicho así, pareciera que está definiendo a la Iglesia misma, pero no, se refiere al smartphone y todas esas cosas.
La intención de su iglesia es seguir con su consabida, histórica y tradicional lucha por la libertad individual.
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