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‘Lemonade’: la oda de Beyoncé a las mujeres negras

La cantante volvió a ‘romper el internet’ con su álbum visual Lemonade, que transmitió este sábado HBO. Los mensajes sobre su marido y su raza no pasarán desapercibidos.
26 Abr 2016 – 10:50 AM EDT
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El álbum Lemonade se lanzó a través de la plataforma Tidal. Crédito: Kevin Winter/Getty Images.

Si por un momento nos salimos del tema de la muerte de Prince, sería de Beyoncé de quien tendríamos que hablar. Quien hace un tiempo era una 'princesa' del pop ahora es una 'reina', y acaba de presentar un álbum visual de 12 canciones titulado Lemonade (Limonada).

Y lejos de ser una “bebida refrescante”, Lemonade es una “bebida caliente de furia”.

Pero es también una simple pieza de arte que toca temas diversos: desde las traiciones amorosas, problemas paternales, anhelos, amores y rabias, sobrepuestos en imágenes góticas en las que mujeres negras y niñas son protagonistas.

El sábado pasado en la noche, tan pronto empezó la transmisión del evento, #Lemonade se convirtió en la palabra más buscada en Twitter, pero también hubo una variedad de términos relacionadas con ese, como #BlackGirlMagic, #ToniMorrison, #MalcolmX y #WarshanSire.

Pero vamos al asunto: ¿qué dice Lemonade?

Muchas cosas. Y va a haber muchas más por destapar durante la semana, pero en esencia Beyoncé presentó una ardiente y dolorosa carta de amor para ella y las mujeres de raza negra —nuestro dolor, nuestra belleza, nuestra dura forma de amar, nuestro comportamiento y nuestra fuerza—quedando al desnudo como nunca antes la habíamos visto. Cada escena y cada canción está precedida por una interpretación de las etapas del duelo: la intuición, la negación, la ira, la apatía, el vacío, la rendición de cuentas, la reforma, la resurrección, la esperanza y la redención.

Honestamente, si las letras fueran interpretadas literalmente —es decir, si ella hablara realmente sobre su relación con su esposo, Jay Z y sus infidelidades— me sentiría avergonzada por tanta intimidad. Siempre supe que Beyoncé algún día saldría de esa coraza a contar toda su verdad, pero la forma en que lo hizo, tan explosiva y fuera de control. Es algo casi imposible de asimilar.

Pero su belleza permite hacerlo. Primero, porque el imaginario es precioso. ‘Bey’ usó una plétora de reconocidos directores incluyendo a Khalil Joseph (que dirigió m.A.A.d., el video de 15 minutos de Kendrick Lamar); Melina Matsoukas (‘Formation’); Dikayl Rimmasch (director que hizo el video ‘Bang Bang’, de Jay Z y Beyoncé; Jonas Åkerlund; Reed Morano (‘Vinyl’ de HBO) y Mark Romanek, quien se encargó de una de las escenas más íntimas de Lemonade.

Beyoncé —quien está cada vez más cerca de su lado feminista, femenino y de sus raíces (hechiceras)— contó con la colaboración de mujeres de raza negra en su viaje por sí misma como la tenista Serena Williams, las modelos Chantelle Brown-Young y Quavazenae Wallis, y también con las madres de Trayvon Martin, Eric Garner y Mike Brown. Siempre ha tenido un aquelarre de mujeres que la rodean, a menudo en un ritual blanco, pero tambien decenas de mujeres negras "normales", de cabello recién arreglado, con ojos oscuros infinitos, mirando fijamente a la cámara.

Las imágenes coinciden a la perfección con sus palabras. Tanto las de la cantante como las de la poeta Warshan Sire, y Malcolm X, quien entona: “ The most disrespected woman in America is the black woman. The most unprotected person in America is the black woman. The most neglected person in America is the black woman” (“La mujer más irrespetada en los Estados Unidos es la mujer negra. La más desprotegida es la mujer negra. La más descuidada es la mujer negra”).

Y hablando de irrespeto, Beyoncé no tiene reservas. En su primera escena deja frases que van a quedar en la memoria de miles. (Las reproducimos en inglés para guardar la fidelidad: “ Ashes to ashes, dust to side chicks”; “Today I regret the night I put that f**king ring on”; “Me and my baby gonna be alright/we gonna live a good life”; “Better call Becky with the good hair” and one of my favorites, “I ask him to look me in the eye when I come”).

Sí, las mujeres negras en Estados Unidos a veces están consumidas por la rabia y golpean autos con bates de béisbol. Esa fantasía se hace real en este caso.

Una vez más, esta chica tímida del campo, que todos hemos visto convertirse en una mujer, ahora no solo es una mujer sino una mujer desatada, madura, una mujer que trabaja por su relación, su familia, su vida en Estados Unidos, su generación, su rabia; una mujer que aprovechando la plataforma en la que ya está, su voz y su alma, le habla con la verdad al poder, habla sobre los rumores de su matrimonio y sobre el camino hacia la adultez en sus propios términos.

Beberemos de esta ‘limonada’ por mucho tiempo.

* Esta nota fue publicada originalmente en inglés en el sitio The Root.


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