Para que el odiado 'rebote' no arruine tu dieta, hay algunos tips que debes seguir
Bajar de peso es una de las metas que muchos nos proponemos al iniciar el año o cuando sentimos que los jeans ya no dan de sí.
La relación entre la báscula y uno puede tornarse un tanto complicada. La frustración se acumula poco a poco cuando seguimos una dieta y no vemos que nuestro peso disminuya.
Una de las peores sensaciones es cuando una vez que hacemos las paces con la báscula y perdemos un poco de peso, regresamos a nuestra cotidianidad, a esa época libre de dietas y conteo de calorías.
Pero repente nos volvemos a pesar y ¡oh, sorpresa! Los kilos que perdimos regresaron y no sólo eso, sino que ahora tenemos más kilitos extras.
El famoso rebote puede ser una de las peores experiencias que vivimos cuando terminamos una dieta. Es una bofetada en la cara que nos hace sentir que todo nuestro esfuerzo fue en vano.
El rebote: la importancia de tu weight set point y tu fuerza de voluntad
Antes de explicar cómo puedes evitar el rebote, es necesario comprende por qué es tan común este aumento de peso después de hacer dieta.
El Dr. Griebeler, médico especialista en endocrinología, diabetes y metabolismo de Cleveland Clinic, explica que el rebote después de una dieta de restricción calórica está relacionado principalmente con tu weight set point, es decir, el peso que tu cuerpo está programado para tener.
Este punto de ajuste se crea a partir de tus genes, hormonas, hábitos y el ambiente en el que te desenvuelves. Todos estos factores hacen que tu weight set point (punto de ajuste de peso) muchas veces sea más pesado y lejano de los parámetros saludables.
quote: La mayoría de las veces, el aumento de peso es gradual, y eso también puede aumentar gradualmente tu punto de ajuste.
El problema con las dietas de restricción de calorías es que la mayoría de las veces se limitan a eso: te hacen comer menos calorías y no apuntan a cambiar tu weight set point.
Lo anterior ocasiona que tu cuerpo continúe programado para mantener cierto peso y para lograrlo tiene acciones bastante inteligentes.
Por un lado, hace que tu metabolismo sea mucho más lento, de tal forma que quemará más despacio las pocas calorías que le das. Esto se convierte en un problema una vez que terminas la dieta y quieres volver a comer como antes.
Empiezas a ingerior muchas más calorías y, con tu metabolismo ralentizado, todo este exceso al cual tu cuerpo ya no estaba acostumbrado se convierte en grasa y de un momento a otro te encuentras con el rebote.
Asimismo, cuando tu cuerpo se ve expuesto a dietas bastante extremas, modifica su producción de hormonas. Por un lado disminuyen los niveles de leptina, conocida como la hormona de la saciedad; mientras que por otro aumentan los niveles de grelina, la hormona del hambre.
Por lo tanto te sientes más hambriento, aún cuando hayas ingerido una comida con las calorías y nutrientes necesarios para que tu cuerpo funcione.
Además, la parte psicológica también juega un papel muy importante para ganar peso una vez que terminas una dieta.
De acuerdo con la Dra. Traci Mann de la Universidad de Minnesota, las dietas de privación de calorías, además de provocar cambios en las hormonas y el metabolismo, también influyen en las funciones cognitivas que a la larga dificultan que puedas completar o llevar a cabo los hábitos necesarios para mantener tu peso.
¿Cómo evitar el rebote?
Uno de los consejos más sencillos es que no comas como antes. Después de que tu cuerpo experimentó todo el proceso de pérdida de peso y también cambió durante éste, es importante que no regreses a tus antiguos hábitos. De lo contrario, el aumento de peso será una consecuencia casi inmediata.
Más allá de ello, la Dra. Traci Mann recomienda que lo primero y lo mejor que puedes hacer es evitar las dietas extremas o restrictivas.
El Dr. Griebeler también enfatiza que es mejor crear hábitos saludables, en lugar de hacer una dieta. Es importante que conozcas qué alimentos le aportan mejores nutrientes a tu cuerpo. Un especialista en nutrición o médico te puede ayudar a descubrirlo.
Asimismo, si estuviste en una dieta libre de carbohidratos, agrégalos poco a poco a tu dieta. Recuerda que existen carbohidratos buenos que tu cuerpo necesita. Conócelos.
Si seguiste una dieta que encontraste en Internet o que una amigo te recomendó y ya te urge regresar a comer sin tantas restricciones, es necesario que acudas con un especialista para que te brinde un plan de mantenimiento.
De esta forma, tendrás una guía para saber las porciones y los alimentos que le puedes dar a tu cuerpo, pero sin abrumarlo con los malos hábitos o con calorías en exceso que sólo se convertirán en grasa.
Es importante que a nivel psicológico también te comprometas a no volver a comer como antes. No se trata de que vivas a dieta, sino que hagas pequeños compromisos a diario para escoger las mejores y más saludables opciones.
Si tu meta es bajar de peso, lo mejor es que acudas con un nutriólogo que te ayude con tu propósito. El especialista tienen la formación profesional para que tu pérdida de peso sea saludable y noble con tu cuerpo.
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