En los volantes se les pide específicamente a los norteamericanos blancos reportar a los inmigrantes indocumentados. Al parecer, los responsables rechazan la posibilidad de que la universidad se vuelva un campus santuario.
Jesús Gordo Ramírez, secretario del ayuntamiento de la ciudad Texcoco, manifestó que la distribución de propaganda ilegal dejó con incertidumbre a la población.