Eder Valencia es un salvadoreño que, tras enfrentar varias dificultades, incluida la pandemia del coronavirus, logró abrir un albergue donde brinda techo, comida y atención a los adictos. Dice que la demanda es grande porque las adicciones son un problema que todos ven, "pero que a casi nadie le importa", por lo que su misión siempre será ofrecerles ayuda a los más necesitados.