Las 23 veces que el nado sincronizado nos regaló los trajes más hermosos de todos
Nos impactan.
Cada vez que nos sorprenden los Juegos Olímpicos, nos dejan enamoradas.
El espíritu que nos contagia el mundo cada vez que llega el evento más importante del mundo deportivo es hermoso.
Alegría, respeto, culturas que se mezclan como si fueran una.
También vamos aprendiendo y descubriendo que el ser humano es capaz de cosas increíbles. Que el cuerpo humano tiene un sin fin de cualidades que solo están esperando a que nos apropiemos de ellas.
El nado sincronizado es, sin lugar a dudas, uno de esos deportes que cada vez que lo vemos nos deja con la boca abierta. El nado sincronizado es un ejemplo perfecto de trabajo en equipo y armonía con el otro.
Pero el nado sincronizado es también una expresión artística, y el arte no está solo en la danza que practican esas atletas que dentro del agua parecen casi diosas por ese talento desmesurado, también está en el trabajo de algunos que casi no aparecen. Porque acompañando el cuerpo habilidoso de las nadadoras artísticas hay un traje. Y ese traje también es arte.
He aquí 23 muestras de ese arte que nos dejó la competencia en duetos de nado sincronizado...
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Ante la habilidad de ese arte, solo nos queda pararnos y aplaudir.
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