¿Fin del imperio de Google? Juez prohíbe que la empresa pague para ser el motor de búsqueda exclusivo de navegadores
Un juez federal rechazó este martes la solicitud del Departamento de Justicia de obligar a Google a vender su navegador web Chrome como parte de un importante caso antimonopolio, pero impuso medidas destinadas a restaurar la competencia en las búsquedas en línea.
Sin embargo, el juez de distrito Amit Mehta, en Washington, DC, prohibió los acuerdos multimillonarios que Google llevaba años firmando para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en teléfonos inteligentes, computadoras personales y otros dispositivos, una práctica que anteriormente le permitió mantener una participación de mercado superior al 90%.
Estos acuerdos, que implican pagos de más de 26,000 millones de dólares anuales, fueron el punto central de un caso antimonopolio de casi cinco años presentado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Además, Mehta indicó que Google deberá proporcionar acceso a datos valiosos de interacción de usuarios, acumulados a partir de miles de millones de consultas, con el fin de permitir que los rivales ofrezcan resultados de búsqueda más competitivos y desafíen el dominio de Google.
¿Por qué el juez rechazó la demanda del Departamento de Justicia?
El gobierno de Estados Unidos impulsó la venta de Chrome, alegando que el navegador funciona como una puerta de entrada crucial a la actividad en internet y facilita un tercio de todas las búsquedas web de Google.
Sin embargo, en su decisión, Mehta advirtió que una venta de Chrome “sería increíblemente complicada y sumamente riesgosa”, y señaló que los abogados del gobierno estadounidense habían excedido su alcance al presentar esa solicitud.
El fallo histórico se produjo después de que en agosto de 2024, Mehta determinara que Google mantenía de manera ilegal un monopolio en los servicios de búsqueda mediante acuerdos de distribución exclusivos, valorados en miles de millones de dólares anuales.
La decisión de este martes, de 226 páginas, podría tener repercusiones en todo el panorama tecnológico, en un momento en que la industria está siendo transformada por los avances en inteligencia artificial, incluidos los llamados “motores de respuesta” conversacionales, como ChatGPT y Perplexity, que intentan desafiar la posición de Google como principal puerta de acceso a internet.
Con su decisión, el juez Mehta busca frenar a Google imponiendo nuevas restricciones a algunas de las tácticas que la empresa utiliza para atraer tráfico a su motor de búsqueda y a otros servicios.
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