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Coronavirus

¿Vale la pena tomar quercetina y vitamina C para protegerse del covid-19?

Sus ventas se han disparado, pero ¿hay respaldo científico de que sea beneficioso? Esta es la respuesta de las agencias sanitarias y de algunos expertos.
4 Sep 2020 – 11:01 AM EDT
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No hay consenso en torno a los beneficios de la vitamina C frente al coronavirus. Crédito: Matt Rourke/ASSOCIATED PRESS

La venta de suplementos vitamínicos que contienen vitamina C y quercetina se ha disparado durante la pandemia. Millones de personas los consumen con la intención de fortalecer su sistema inmune y protegerse del nuevo coronavirus. Pero ¿qué dice la ciencia sobre sus supuestos beneficios? ¿Vale la pena probarlos con este objetivo?

La respuesta oficial de las autoridades sanitarias como la Organización Mundial de la Salud, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades o los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos es que no.

“No hay evidencia científica de que ninguno de estos remedios alternativos sirva para prevenir o curar el covid-19”, insiste el Centro Nacional de Medicina Integrativa y Complementaria de los Institutos Nacionales de la Salud que reitera en que, aunque muchos suplementos herbarios o dietéticos se deriven de fuentes naturales, esto no significa que sean seguros o buenos para la salud.

El organismo necesita de algunos nutrientes -incluyendo la vitamina C y muchos otros- para tener un sistema inmune fuerte y, en consecuencia, si hay alguna deficiencia, la inmunidad se reduce. Pero “a menos de que tengas una deficiencia, tomar más vitaminas y minerales no aumentarán tu inmunidad”, aclara la agencia federal una publicación dirigida a los consumidores y titulada: ¿Deberías tomar un suplemento durante la pandemia?

Es la misma postura del inmunólogo Jesus Gil Pulido, del Instituto de Biología Molecular en Alemania y autor del blog InmunoNews, para quien la compra de este tipo de suplementos no tiene sentido y “casi con total seguridad no arrojará ningún beneficio clínico”.

“Por lo general, los niveles de vitaminas en la población suelen estar más o menos dentro de los rangos normales (exceptuando personas con patologías o deficiencias), por lo que la suplementación va a suponer una pérdida económica”.

Según Gil Pulido, cuando los nutrientes están en rangos normales, el organismo expulsa el exceso, por lo que cualquier efecto adicional quedaría anulado. Lo que, en su criterio, no se descarta es que un exceso de suplementación acarree efectos secundarios temporales como problemas digestivos, o incluso otros de mayor envergadura como estrés renal en el caso de la quercetina. “Aunque estaríamos hablando de dosis muy grandes y durante mucho tiempo, algo que no suele ocurrir”, aclara.

Dentro de la comunidad médica hay quienes difieren. Entre ellos está el médico de la Old Dominion University en Norfolk, Virginia, Rubén Colunga Biancatelli, autor principal de un paper publicado en Fronteras de Inmunología a finales de junio, donde se propone una terapia experimental de quercetina y vitamina C para la prevención y tratamiento del covid-19.

“La quercetina es un conocido antiviral y ha sido estudiada para el SARS del 2003 demostrando inhibir enzimas cruciales requeridas para el ingreso de los virus en las células, su replicación y la formación de partículas virales. La vitamina C es esencial para el correcto funcionamiento de las células inmunes y, en casos de sepsis, modula la respuesta exagerada inflamatoria. También recicla la quercetina e impulsa su efecto antiviral”, dice a Univision Noticias.

Indicios interesantes, pero falta evidencia

Tras revisar la literatura médica disponible, Colunga y sus colegas John Catravas, Max Berrill y Paul Marik -consideran que hay “un fuerte racional” de que la administración simultánea de vitamina C y quercetina bajo cierta dosificación vía oral podría servir para la prevención y tratamiento del covid-19, no sin dejar de reconocer que “claramente faltan datos” que sustenten esa hipótesis.

“Falta un estudio randomizado doble ciego que es el estándar de oro para determinar si una terapia funciona o no, pero esta pandemia no espera por nadie y aquí tenemos una potencial terapia segura, económica y sin contraindicaciones. Pero hay que ser valientes en decir que quizá tenemos un arma y utilizarla”, dice.

Uno de los hallazgos más interesantes que Colunga destaca sobre la quercetina, es que en células dentro de un laboratorio -no en humanos o animales- este compuesto logró bloquear la entrada del SARS -otro coronavirus- a las células y una enzima crucial para su replicación.

Eso no quiere decir que ese experimento dentro de un laboratorio pueda extrapolarse al supuesto beneficio de un suplemento vitamínico oral, pero Colunga opina que sí “hay algo que nos obliga a investigar más”.

El inmunólogo Gil Pulido recalca que publicaciones que hablan sobre suplementos para la prevención de la infección y manejo de la enfermedad son meras “hipótesis basadas en resultados vistos en laboratorios usando células en cultivo o modelos animales”, y que hasta ser comprobadas en ensayos clínicos en humanos son sólo eso: hipótesis.

Actualmente científicos de Estambul prueban la efectividad de la suplementación oral con vitamina C y quercetina en un pequeño ensayo clínico en humanos. Según la página web Clinical Trials.gov los resultados debían estar disponibles el 31 de agosto, pero aún no aparecen publicados.

En lo personal, Colunga está tomando esos suplementos por vía oral durante tres meses, el tiempo que -según su revisión- no surte ningún tipo de efecto perjudicial (en la dosis que él y su equipo han determinado como segura).

Su colega y coautor del artículo en cuestión, Paul E.Marik, jefe de medicina crítica del Eastern Virginia Medical School en Norfok (Virginia), incluyó la quercetina en su protocolo sugerido de profilaxis y para casos leves de covid-19. “Está basado en ciencia buena y básica y hay papers muy interesantes que postulan sus beneficios, pero desafortunadamente no tenemos data clínica. Si tienes algo que es potencialmente beneficioso, seguro y económico ¿qué tienes que perder?”, declaró a MedPage a comienzos de julio.

David M Aronoff, de la Universidad de Vanderbilt en Nashville (Tennessee), advierte a ese mismo medio que en vista de la data preclínica sería razonable prescribir la quercetina exclusivamente en el contexto de un ensayo clínico bien diseñado pero que “no recomendado fuera de ensayos clínicos”.

La Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de la Salud recomienda a todas las personas consultar a su médico para determinar si necesitan o no tomar algún suplemento vitamínico: “Tu proveedor de salud y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades son las mejores fuentes de información sobre cómo protegerte del covid-19”.

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