Subvariante BA.2 de ómicron vuelve a disparar los contagios en Europa: ¿un mal presagio para EEUU?
Justo cuando Estados Unidos ha retomado gran parte de la normalidad gracias a un notable descenso de los casos y hospitalizaciones por covid-19, Europa suena nuevamente las alarmas: los contagios han vuelto a dispararse ahora que una versión más contagiosa de la variante ómicron, la BA.2, es la predominante.
En países como Finlandia los casos positivos se dispararon en 84% en la última semana y otros como Reino Unido, Austria y Países Bajos han experimentado aumentos en las hospitalizaciones.
A lo largo de la pandemia, los repuntes de contagios en Europa han sido buenos predictores de nuevas olas en EEUU. ¿Se repetirá la historia otra vez? ¿Hay razones para preocuparse?
Lo explicamos.
Qué se sabe de la subvariante BA.2
No se trata de una nueva variante como tal, sino más bien de una versión de la variante ómicron, que fue identificada en noviembre. Su predecesora la BA.1 fue la más común y predominante durante la última ola de contagios, que arrasó por el mundo.
Pero desde 2022, la BA.2 ha ido ganando terreno hasta el punto de ya no ser tan ‘sigilosa’ o ‘furtiva’, apodos que se le acuñaron inicialmente. Desde febrero es la predominante en el mundo.
Aunque todavía no es el caso en EEUU, esto podría cambiar pronto: según el sistema de monitoreo de los Centros para el Control de Enfermedades pasó del 13% de los casos en la semana que terminó el 5 de marzo, al 23% siete días después.
La explicación: es más transmisible que su predecesora. Según un estudio de la Agencia de Salud de Reino Unido, BA.2, es 80% más contagiosa que la versión de ómicron que ya arrasó en la última ola de contagios durante el invierno en EEUU.
La buena noticia es que la protección que ofrecen las vacunas ante ella es similar a la de la primera versión de ómicron: aunque no es perfecta y no siempre evita el desarrollo de la enfermedad, sí previene en gran parte las hospitalizaciones.
Según estudios de la Agencia de Salud del Reino Unido, tres dosis de la vacuna fueron 69% efectivas contra el covid-19 sintomático causado por la BA.1 y 74% contra el contagio de la BA.2 dos semanas después de administrado el último refuerzo.
Esta eficacia se redujo alrededor del 49% y 56% respectivamente diez semanas después de la última dosis.
Otro punto a favor es que los científicos han determinado que la inmunidad derivada del contagio de la BA.1 evita el contagio con el subtipo BA.2.
¿Causa la subvariante BA.2 una enfermedad más severa?
También se cree que en términos de severidad sigue el mismo patrón de la versión inicial, con la excepción de un estudio hecho en hámsteres en Japón que encontró que la BA.2 causa síntomas más fuertes, pero no se sabe si lo mismo ocurriría con los humanos y análisis del Reino Unido han visto que el riesgo de hospitalización es similar para ambas.
Aunque en términos de letalidad no esté asociada a una mayor tasa de hospitalización, esto no implica que no tenga el potencial de colapsar el sistema sanitario en lugares con bajos índices de vacunación, especialmente al ser tan contagiosa y ahora que las medidas de mitigación se han flexibilizado en Occidente.
Ejemplo de ello lo que está ocurriendo en Hong Kong, que enfrenta su peor ola de contagios en toda la pandemia, con el mayor índice de mortalidad en el mundo, lo que en gran parte se explica por sus cifras de vacunación y reducida inmunidad colectiva al virus.
Allí dos tercios de los mayores de 80 años no estaban vacunados al momento en que ómicron se hizo predominante, advierte en su cuenta de Twitter Scott Gottlieb ex comisionado de la FDA.
Un contraste con Reino Unido donde el 80% de los adultos han recibido tres dosis de la vacuna.
¿Cómo impactará la subvariante BA.2 de ómicron a EEUU?
Los científicos están analizando de cerca lo que ocurre en Europa para anticipar lo que podría enfrentar Estados Unidos, donde la circulación del virus se ha reducido considerablemente.
A diferencia del Viejo Continente donde actualmente hay 95 casos por cada 100,000 personas, en EEUU y Canadá actualmente se registran 10 contagios por cada 100,000 personas según la base de datos de The New York Times.
Hay consenso en que a medida que BA.2 se haga predominante -algo bastante factible- la curva de contagios como mínimo dejará de descender y podría aplanarse por un tiempo, o incluso elevarse, pero no a los niveles vistos en otras olas.
Ya el sistema de muestreo de aguas residuales de los CDC, que sirve para tener una idea de los niveles de transmisión comunitaria del coronavirus, indica que hubo un aumento entre el 26 de febrero y el 12 de marzo en 38% de los 698 sitios de muestreo.
Factores que ayudarán esta vez: la disponibilidad del antiviral paxlovid que contribuirá a evitar las hospitalizaciones y la gran inmunidad colectiva derivada por el contagio previo por la subvariante BA.1. Todo esto aminorará el impacto.
Pero también hay amenazas: los índices de vacunación en EEUU siguen siendo mucho menores que en Europa. Actualmente, entre los mayores de 65 -un grupo de alto riesgo- 1 de cada 3 no ha recibido la tercera dosis, lo que los deja más vulnerables.
La inmunidad por infección previa también parece ser menor en Estados Unidos, de la que se registra en el Reino Unido, advierte un reportaje de CNN. En contraste con ese país donde según la Oficina Nacional de Estadísticas, 98% de los adultos han dado positivo para anticuerpos al covid-19; los CDC estiman que en EEUU ronda el 43%.
“Sí creo que hay motivos para preocuparse de que veamos un índice de mortalidad y hospitalización mayor al del Reino Unido porque hay diferencias en la inmunidad de la población”, dijo a CNN, Stephen Kissler, infectólogo de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard.
Reducción de inmunidad y flexibilización de medidas: una “tormenta perfecta”
El levantamiento de las medidas de mitigación como el uso de máscaras coincidirá con la reducción de la inmunidad que proporcionan las dosis de refuerzo. Pfizer ya solicitó a la FDA la autorización de una cuarta dosis para los adultos mayores.
“Aunque estamos actualmente en buen lugar, los riesgos son reales”, explica en un hilo de Twitter, Bob Wachter, jefe del Departamento de Medicina de la Universidad de California en San Francisco, para quien podríamos estar ante una “tormenta perfecta” donde confluya la “disminución de la inmunidad para todos, justo cuando bajamos la guardia”.
Dicho esto, no se cree que el repunte adquiera las dimensiones de olas pasadas. “Probablemente veremos un aumento de contagios a medida que levantamos las medidas de mitigación y la BA.2 se hace más prevalente, pero no anticipo que veremos una gran ola de infecciones”, dijo el excomisionado de la FDA, Scott Gottlieb en entrevista con CNBC.
En el criterio de la epidemióloga de la Universidad de Johns Hopkins, Keri Althoff, “lo que vemos en Reino Unido será posiblemente una historia mejor de lo que esperamos ocurra aquí”, pero no tan grave como la de Hong Kong, explica a CNN.
El llamado de los expertos es que todos los estadounidenses que no lo han hecho se vacunen y reciban su dosis de refuerzo. “Eso nos protegerá de lo que vendrá”, recalca en entrevista con The New York Times, el epidemiólogo de la Universidad de Columbia Wafaa El-Sadr.