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Coronavirus

¿Funcionan las vacunas chinas contra el coronavirus?

La eficacia de las vacunas chinas no compite con las que se distribuyen en Estados Unidos. Pero, frente al monopolio de las vacunas, los países menos ricos no tienen muchas alternativas y la alternativa del gigante asiático puede servir para alcanzar la tan deseada inmunidad colectiva.
12 Abr 2021 – 04:18 PM EDT
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El director general de Sinovac Biotech, Yin Weidong, reacciona mientras habla con los periodistas en un evento en el lugar donde la empresa está produciendo su posible vacuna contra el COVID-19, CoronaVac, durante una gira de prensa en Pekín, China. Crédito: Kevin Frayer/Getty Images

El máximo responsable del control de enfermedades en China admitió el fin de semana que las vacunas que el país ha desarrollado para combatir la pandemia ofrecen una protección menor que otras, incluidas las de Pfizer-BioNTech y Moderna que se distribuyen ampliamente en Estados Unidos.

China cuenta actualmente con cinco vacunas en uso en su campaña de inmunización masiva, encabezadas por la llamada Coronavac, fabricadas por Sinovac. El gigante asiático ha distribuido cientos de millones de dosis en el extranjero, incluidos varios países en América Latina: Brasil, Chile, México y Colombia.

La eficacia de las vacunas chinas oscila entre algo más del 50% y el 80%, según lo que han dicho las empresas, mucho menos que el 95% de Pfizer-BioNTech y Moderna que se distribuyen en Estados Unidos.

Pero los científicos dicen que la menor eficacia puede no ser tan mala en términos médicos como parece. Aunque cada vacuna contra el covid-19 es única y puede variar su eficacia, la combinación de todas ellas pueden ayudar a crear la "inmunidad colectiva" global necesaria para erradicar la pandemia, dicen los expertos en salud pública. Cualquier cosa que supere el 50% se considera útil, señalando que las vacunas contra la gripe, por ejemplo, tienen una eficacia real de sólo entre el 40% y el 50%, y siguen siendo ampliamente aceptadas.

"Lo que no hace es detener la transmisión con la misma eficacia, pero sí reduce la mortalidad", dijo José Szapocznik, profesor de salud pública de la Universidad de Miami.

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Como se mide la eficacia

El nivel de eficacia se obtiene observando el número de personas que desarrollaron el covid -19 después de recibir la vacuna, en comparación con el número de personas afectadas cuando se les administró una inyección de placebo, o ficticia. La cifra de eficacia de alrededor de 50% de las vacunas chinas no es tan buena como la del 95% de Pfizer-BioNTech y Moderna.

Pero los ensayos se miden de forma diferente y en países diferentes, al igual que los criterios utilizados para comprobar cuánta protección ofrecen las vacunas. Aunque algunas vacunas pueden ofrecer una tasa de infección menor, pueden seguir siendo muy eficaces para prevenir enfermedades graves o la muerte. Por ejemplo, la vacuna de Johnson and Johnson tiene una eficacia general del 72%, pero en Estados Unidos resultó tener una eficacia del 86% contra la enfermedad grave. En su ensayo, AstraZeneca dijo que su vacuna era un 76% eficaz para reducir el riesgo de enfermedad sintomática, y un 100% contra la enfermedad grave.

La vacuna china Sinovac covid-19 tiene una eficacia del 50.7%, según los últimos datos publicados la semana pasada de los ensayos realizados en Brasil, en el Instituto Butantan, de propiedad estatal, de Sao Paulo. Además, se comprobó que la tasa de eficacia de la vacuna Sinovac ascendía al 62.3 por ciento con un intervalo de más de 21 días entre las dosis, en lugar de 14 días. También fue un 83.7 por ciento eficaz en la prevención de los casos que requieren atención médica.

El monopolio de vacunas

Muchos gobiernos han estado ansiosos por utilizar las vacunas chinas, ya que los países ricos de todo el mundo se han monopolizado las vacunas como Pfizer-BioNTech y Moderna. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreysus, dijo el viernes que mientras una de cada cuatro personas en los países ricos había recibido una vacuna, solo una de cada 500 personas en los países más pobres había recibido una dosis.

América Latina tiene una de las tasas de vacunación más bajas del mundo, con sólo un 6.2% que ha recibido al menos una dosis en Sudamérica, frente al 45% en Asia y el 25% que se ha vacunado completamente en Estados Unidos.

Distribución

En las últimas semanas, varios países de América Latina han aprobado el uso de emergencia de coronavac, en parte debido a la falta de disponibilidad de otras vacunas. Chile fue el primero en comprar coronavac en octubre, y ya ha recibido 10 millones de dosis y tiene la tasa de vacunación más alta del continente, con casi 25%. Otros han seguido: México, Brasil y Colombia, Bolivia, Panamá, El Salvador, Paraguay y Uruguay.

La situación podría mejorar a medida que Estados Unidos reduzca su necesidad de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna. "Estados Unidos compró muchas más vacunas de las que necesitaba, así que supongo que empezarán a compartir el exceso", dijo Szapocznik. "Además, Estados Unidos no necesitará tantas vacunas después del verano, cuando todo el mundo se haya vacunado", añadió.

Sin embargo, la menor eficacia de las vacunas chinas podría permitir que las mutaciones del virus siguieran propagándose, lo que crearía el riesgo de que apareciera una nueva variante más peligrosa, dijo. "Cada vez hay más variantes y eso aumenta el riesgo de que aparezca una más peligrosa", dijo.

Transparencia

Todavía es relativamente pronto para evaluar la eficacia de las vacunas, que no empezaron a distribuirse hasta diciembre, y algunos países pobres aún no han recibido ninguna dosis. A medida que pasan los meses, aparecen más informes sobre la eficacia de las nuevas vacunas que salen al mercado.

En parte, las dudas se basan en el hecho de que los ensayos de vacunas en China no están sujetos al mismo escrutinio y niveles de transparencia que sus homólogos occidentales. Pero el reconocimiento inusual por parte de las autoridades chinas de que sus vacunas pueden tener deficiencias es una señal de una mayor transparencia.

El director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, Gao Fu, dijo en una conferencia celebrada el fin de semana que se está estudiando la posibilidad de mezclar diferentes vacunas para aumentar su eficacia, así como la posibilidad de adoptar la tecnología inovadora de ARNm de las vacunas de Pfizer y Moderna.

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