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Vacuna Covid-19

Desde el cáncer o los infartos hasta “todas las enfermedades infecciosas imaginables”: el potencial de las vacunas de ARN mensajero

Las vacunas de Pfizer y Moderna contra el covid-19 fueron apenas el primer fruto de una tecnología que venía investigándose desde hace décadas y que alberga la promesa de revolucionar el campo de la medicina.
Publicado 20 Nov 2022 – 11:39 AM EST | Actualizado 20 Nov 2022 – 11:39 AM EST
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El covid-19 fue apenas el comienzo. La tecnología de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) alberga la promesa de revolucionar por completo el campo de la medicina y ya lo está logrando. Su potencial es prácticamente ilimitado.

“Estamos trabajando en todas las enfermedades infecciosas imaginables”, dice el científico de la Universidad de Penn, Drew Weissman en un comunicado de esa casa de estudios. Es nada menos que el cocreador de esta tecnología que sentó las bases para el desarrollo de las vacunas de Pfizer y Moderna que lograron darle un vuelco a la pandemia y fueron el primer fruto de décadas de investigación previa.

Las llamadas vacunas del ARN mensajero - como la de Pfizer o Moderna- enseñan a nuestras células a reproducir una proteína que desencadena una respuesta inmune que nos protege de las infecciones y hasta podría eliminar tumores cancerosos o evitar los ataques al corazón.

“Las vacunas de ARN mensajero pueden usarse para atacar casi cualquier patógeno. Ingresas el código de una proteína en particular que estimula una respuesta inmunológica. Es, en esencia, ilimitado”, dice en la web de la Asociación de Escuelas Médicas (AAMC por sus siglas en inglés) John Cooke, director médico del Programa de ARN Terapéutico del Hospital Metodista de Houston.

En el apartado dedicado a explicar minuciosamente cómo funcionan estas vacunas, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) subrayan que no alteran nuestro ADN, ni interactúan con él de ninguna forma, un mito propagado campañas de desinformación que erosiona los esfuerzos científicos que bien podrían librarnos de la carga de una larga lista enfermedades en el corto, mediano y largo plazo.

Influenza

Desde antes de la pandemia, se venía trabajando en una vacuna de ARN mensajero contra la influenza o gripe, un virus escurridizo por su alta velocidad de mutación, que causa de 140 mil a 710 mil hospitalizaciones y de 12,000 a 52,000 muertes cada año.

Varios laboratorios apuestan a ello. Pfizer y Moderna ya van por los ensayos clínicos de fase III -la última etapa- y actualmente están reclutando voluntarios para probar vacunas que protegerían contra cuatro cepas de la influenza.

La rapidez en la que se pueden adaptar las vacunas de ARN a las cepas circulantes son una de las grandes ventajas de esta plataforma que, se espera, logre mayor protección que las vacunas disponibles actualmente, cuya eficacia -dependiendo del año- ronda entre el 40% y 60%-.

Moderna prueba adicionalmente vacunas contra la gripe que además protejan en una misma inyección contra el covid-19 y el VSR.

Desde la malaria hasta la tuberculosis

El hecho de que las vacunas de ARN sean más fáciles, económicas y rápidas de desarrollar que las vacunas tradicionales, permite que científicos en distintas partes del mundo estén diseñando alguna contra “ enfermedades tropicales desatendidas”, que azotan a países con menos recursos, como la malaria, leptospirosis, el zika y la tuberculosis.

VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual

Casi 40 años de haber sido detectado el primer caso de SIDA y tras muchos intentos fallidos, sigue sin haber una vacuna contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que se replica continuamente dentro de cada persona infectada.

La clave para derrotarlo podría estar tecnología de ARN mensajero y, con el apoyo de la Iniciativa Internacional de Vacunas contra el SIDA y la Fundación Bill y Melinda Gates, Moderna ya comenzó los ensayos clínicos de fase 1 de la primera vacuna experimental de ARN mensajero contra el VIH/SIDA.

Laboratorios como el de la Universidad de Pennsylvania también exploran la posibilidad de aplicar la plataforma de ARN mensajero para obtener vacunas que prevengan otras enfermedades de transmisión sexual como la hepatitis C o el herpes genital.

“Toda la plataforma es muy, muy flexible. Puedes usar vacunas de ARNm para muchas cosas”, comenta a la Asociación de Escuelas Médicas Norbert Pardi, profesor asistente de investigación de Enfermedades Infecciosas en la Escuela de Medicina Perelman.

Cáncer

De la misma forma en que enseñan al cuerpo a reconocer las proteínas de agentes infecciosos, las vacunas de ARN mensajero podrían enseñar al sistema inmune a detectar y atacar las células tumorales y así usarse ya no exclusivamente con un fin preventivo, sino terapéutico.

Ya hay indicios prometedores de vacunas contra el cáncer: Recientemente una vacuna personalizada hecha a partir de la misma tecnología del ARN mensajero arrojó resultados satisfactorios en un ensayo clínico con 16 pacientes de cáncer de páncreas, de los cuales la mitad permaneció libre de cáncer 18 meses después de removidos los tumores y administrada la inyección.

Según la Asociación Estadounidense del Cáncer existen docenas de ensayos clínicos que prueban tratamientos con vacunas de ARN mensajero para tratar a personas con varios tipos de cáncer, incluyendo el pancreático, colorrectal y melanoma. Se exploran toda clase de enfoques, incluyendo el de vacunas personalizadas que se adapten al cáncer de cada persona, pero queda todavía un largo camino por recorrer.

“Hay muchas cosas por aprender y preguntas por responder”, aclara a la Asociación Estadounidense del Cáncer Patrick Ott, quien está a cargo del Centro de Vacunas Personalizadas contra el Cáncer del Instituto Dana-Faber.

Enfermedad cardiovascular

Algunos tipos de ARN ayudan a regular los mecanismos básicos de las enfermedades cardiovasculares, incluida la formación de colesterol, la acumulación de placas y la muerte de células después de un infarto, explica un artículo de la revista Nature.

Esto ha llevado a científicos a explorar la posibilidad de que, mediante esta tecnología de ARN mensajero, se logre en un futuro reducir permanentemente el colesterol alto o hasta instruir a las células del corazón a repararse después de un infarto.

En un estudio preliminar hecho en animales investigadores del King’s College de Londres consiguieron regenerar el tejido del corazón tras un ataque al corazón.

"Hemos identificado tres proteínas que impiden que las células del corazón mueran animándolas a repararse a sí mismas”, dijo a The Times Mauro Giacca, profesor de medicina cardiovascular y ciencias en el King’s College de Londres y el autor principal del estudio.

El hallazgo les permitió obtener el financiamiento con el que esperan comenzar los ensayos clínicos en humanos en los próximos dos años. Y es apena una de las múltiples iniciativas en curso dentro de este campo.

Voluntarios para ensayos clínicos y financiamiento: un punto clave

Los expertos coinciden en que el potencial de la plataforma del ARN mensajero es prácticamente ilimitado, pero dará frutos solo en aquellas áreas donde las instituciones y laboratorios aporten el financiamiento para llevar a cabo los estudios necesarios.

Aunque, como advierte un reportaje de AAMC, en teoría es “técnicamente posible” producir una vacuna de este tipo en tres meses, eso solamente se materializará “si la iniciativa recibe suficiente atención y financiamiento”, algo que ocurrió con el covid-19, pero que no necesariamente se repetirá con otro males, por lo que es necesario ajustar las expectativas.

Y los expertos coinciden en que de nada valdrán todos estos esfuerzos si no hay voluntarios dispuestos a participar en los ensayos clínicos.

“Aunque el mRNA cambia las reglas del juego, la tecnología por sí sola no puede generar nuevas vacunas. Se necesita gente para que eso suceda (…) Es imperativo que las personas participen en los ensayos clínicos porque no hay otra forma, ni inteligencia artificial ni modelos informáticos, que pueda predecir qué tan bien funcionará una nueva vacuna”, recalca en un artículo de opinión, Nicholas Kitchin, vicepresidente del departamento de investigación de vacunas de Pfizer.

Actualmente se encuentran reclutando a voluntarios para varios ensayos clínicos de la vacuna de ARN, no sólo contra el covid-19, sino contra la influenza y el herpes.

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