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Detector de Mentiras

El reto del imán es falso: las vacunas contra el covid-19 no contienen “metales pesados” que son magnéticos

En Twitter, TikTok y otras plataformas de video se comparten clips con el “reto del imán” para mostrar que supuestamente las vacunas son magnéticas. El Detector lo verificó. Y te explicamos por qué se pueden quedar pegados objetos a la piel.
4 Jun 2021 – 04:20 PM EDT
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NOTA ACTUALIZADA EL 9 DE JUNIO DE 2021 *


Es falso que las vacunas contra el covid-19 contienen “metales pesados” capaces de atraer imanes, como muestran varios videos del “reto del imán” (o ‘ magnet challenge’) en internet. En uno de ellos, subido a la plataforma Odysee, se ve cómo a una mujer anciana - cuya edad no se menciona - se le queda pegado un imán redondo que le acerca otra persona al brazo en el que recibió la primera dosis de la vacuna. Quien graba no dice qué vacuna le pusieron a su “vecina”, pero indica que fue hace ocho días (tampoco aclara ni la fecha ni el lugar donde se registró el video).

Otros videos en español, difundidos en redes sociales como Twitter y TikTok, muestran a más personas - quienes no dicen hace cuánto se vacunaron - acercándose cucharas, llaves o imanes de la nevera para supuestamente demostrar que las vacunas son “magnéticas”. Pero esto no es cierto, “porque las vacunas no contienen ningún metal pesado que genere ese tipo de atracción”, le dijo a El Detector el virólogo Javier Jaimes, investigador de la Universidad de Cornell, a través de una llamada telefónica.

Para que ese efecto magnético realmente se produzca, además, “haría falta una concentración grandísima del metal en el cuerpo para que pudiera agarrar un imán y ni siquiera todos los llamados metales pesados tienen la propiedad de la atracción magnética”, agregó Ángel Serrano-Aroca, profesor de Biotecnología de la Universidad Católica de Valencia (España) e investigador principal del Centro de Investigación Traslacional San Alberto Magno (CITSAM), mediante otra llamada.

Serrano-Aroca explicó que la supuesta acción magnética que se ve en los videos “se puede deber al efecto de alguna ventosa o algún adhesivo” puestos en los objetos o en el cuerpo de las personas - como también te lo explicamos ya en El Detector -, mas no a los componentes de las vacunas. En esa misma nota te contamos que una chica que subió uno de estos videos a TikTok se disculpó unos días después por su broma y aclaró que había lamido el imán antes de ponérselo en el brazo.

En los últimos días han surgido respuestas que sugieren que piezas de metal como monedas, llaves o cucharas sí se quedan adheridas a la piel en el lugar en el que se aplicó la vacuna.

Fuimos a verificar por qué y volvimos a comprobar que no se debe a ninguna atracción magnética de la vacuna, sino a efectos físicos que también pueden ocurrir a quienes no están vacunados.

Como parte de esta verificación, además, tres periodistas de El Detector, vacunados con las dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, hicimos el “reto” en nuestras casas. Los tres completamos nuestra vacunación hace un mes y medio, aproximadamente. Dos de nosotros acercamos un imán de la nevera al brazo en el que recibimos ambas dosis y no se quedó pegado. Nuestra otra compañera intentó el “reto” con una moneda, pero tampoco funcionó. Yo traté una segunda vez con el imán de la nevera y nada: no se sostuvo en mi brazo. Mis compañeras intentaron el “reto” solo una vez.

A continuación detallamos las explicaciones físicas y químicas que desmienten el contenido de estos videos y las que detallan por qué se pueden quedar objetos pegados al brazo.

Las vacunas no tienen metales pesados ni magnéticos

Ángel Serrano-Aroca, profesor de Biotecnología de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (España), explicó que ni el cobalto, ni el hierro, ni el níquel, que son metales con propiedades magnéticas, están presentes en las vacunas contra el covid-19. Y, para ejemplificar, dijo que, incluso si las vacunas tuvieran esos metales (que no los tienen), “debería haber un gran trozo de metal bajo la piel para que se produzca ese efecto que se ve en los videos”.

Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha (España) y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud ( CCARS), acotó que “la composición de las vacunas se conoce y no, no hay ningún metal pesado ni magnético. Además, debería estar en un estado tal que fuera diluido e invisible”.

A través de una entrevista por correo electrónico con El Detector, Nájera también aclaró que “si consideramos que son metales, sin más, con propiedades magnéticas”, por su densidad, “difícilmente podrán ser inyectados por una aguja de vacunación, que es extremadamente fina”.

¿Por qué se pegan objetos metálicos a la piel?

El físico Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha (España), explicó a través de una llamada con El Detector que lo que se ve en los videos del “reto” se debe a otras “fuerzas o efectos físicos”, no a “fuerzas magnéticas”.

“Esas fuerzas físicas pueden ser la humedad de la piel, un efecto de succión producido por un pequeño vacío, el rozamiento entre la piel y los objetos (llaves, cucharas, monedas)”, detalló Nájera. Todos estos “efectos físicos”, dijo el experto, son los que permiten que los objetos no se deslicen del brazo de las personas.

Nájera añadió que cualquier persona puede experimentar con esas fuerzas o efectos en casa, incluso quienes no estén vacunados, para conseguir ese mismo resultado. Esto, aclaró, es otra prueba de que “no tiene ningún sentido la vinculación entre vacunas y magnetismo”.

“Lo que sucede con las monedas que se quedan pegadas en los brazos, por ejemplo, es por un efecto de succión o ventosa, por el pequeño vacío que se produce entre ambas superficies (la piel y la moneda)”. También, explicó Nájera, es por efecto del rozamiento o fricción. “Lo que incrementa ese rozamiento es la grasa o la humedad de la piel e incluso del ambiente”.

Una verificación del sitio especializado argentino Chequeado introdujo el concepto de “tensión superficial”, citando una explicación de Fabricio Ballarini, doctor en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Además de la “fricción entre el elemento [el metal] y el brazo” que también menciona, Ballarini detalla: “Los objetos -no solo los objetos imantados- pueden pegarse a nosotros porque existe una propiedad que se llama ‘tensión superficial’. El agua que hay entre los objetos y nuestro dedo genera una especie de 'pegatina'”.

Es decir, esa agua es capaz de sostener objetos con partes de la piel. En el video publicado el 5 de junio en su cuenta oficial de Instagram, Ballarini hace la prueba con los dedos de su mano y se le quedan adheridos un trozo de papel, un removedor de plástico y migas de pan.

Lee la explicación completa sobre esto en esta nota de El Detector:

¿Qué tienen las vacunas autorizadas en EEUU?

Ningún metal es un componente de las vacunas Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson - cuyo uso de emergencia en Estados Unidos está autorizado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) -, como se puede verificar al revisar los componentes de cada una en la página web de la FDA.

La vacuna Pfizer-BioNTech, por ejemplo, tiene entre sus componentes - junto con la molécula del ARNm (ARN mensajero), que desencadena una respuesta inmunitaria en el organismo- “cloruro de potasio, fosfato monobásico de potasio, cloruro de sodio y fosfato dibásico de sodio dihidratado". El virólogo Javier Jaimes, investigador de la Universidad de Cornell, explicó que estas son básicamente sales, “ninguna con propiedades magnéticas”. Pfizer-BioNTech, además, contiene lípidos y azúcares que, junto con las sales, “protegen a los componentes de la vacuna para que no se degraden tan rápido”.

Moderna, en cambio, contiene, además del ARNm, “trometamina, clorhidrato de trometamina, ácido acético, acetato de sodio y sacarosa”. Éstos, según Jaimes, son ácidos y azúcar; no hay metales. Y cumplen con las mismas funciones protectoras mencionadas antes.

La vacuna de Johnson & Johnson, por su parte , tiene “ácido cítrico monohidratado, citrato trisódico dihidrato, etanol y cloruro de sodio” -aparte del vector viral que induce la inmunidad del cuerpo cuando se aplica-. Igual: esas son sales y ácidos, como explicó Jaimes.

El virólogo agregó que ni Pfizer-BioNTech, ni Moderna, ni Johnson & Johnson contienen hidróxido de aluminio ( un compuesto inorgánico que contiene aluminio), como sí es el caso de otras vacunas. Y aclaró que, de todas formas, el aluminio no es un metal pesado.

Las vacunas que sí tienen aluminio, pero menos que un antiácido

Las vacunas chinas CoronaVac (de la farmaceútica Sinovac) y Sinopharm , que se han distribuido en países como Brasil, Chile, México, Colombia, y Argentina (donde solo se utiliza Sinopharm), sí tienen hidróxido de aluminio entre sus componentes. Estas vacunas, además, utilizan una porción inactivada (no viva) del coronavirus con el objetivo de desencadenar las defensas del organismo contra el virus.

AstraZeneca se aplica en países como España, Reino Unido y Argentina, y también tiene hidróxido de aluminio, pero “en forma de gel”, como lo menciona una verificación del portal Chequeado. En la ficha técnica de AstraZeneca que elaboró la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), sin embargo, no aparece el hidróxido de aluminio entre sus componentes. O al menos no con ese nombre. Esta vacuna, además, tiene como componente principal un vector viral que genera en el cuerpo la respuesta inmunitaria.

Las vacunas con hidróxido de aluminio no son magnéticas y durante décadas han demostrado que son seguras.

El investigador Ángel Serrano-Aroca puntualizó que el aluminio no tiene propiedad alguna para atraer imanes. “Este es otro de los inventos de gente como la de los videos, que solo busca llamar la atención”.

Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha, añadió que el aluminio es un elemento considerado “no magnético” o paramagnético. “Es decir, no se pueden observar propiedades magnéticas en condiciones cotidianas”.

El hidróxido de aluminio actúa como un adyuvante en las vacunas. La FDA explica que el adyuvante es “ una sustancia que se añade a algunas vacunas para mejorar la respuesta inmunitaria de las personas vacunadas”. Y añade que “las vacunas que contienen adyuvantes de aluminio tienen un perfil de seguridad demostrado durante más de seis décadas de uso”.

El virólogo Javier Jaimes, además, recalcó que el aluminio no es un metal pesado y que “no implica un riesgo para las personas”. Prueba de ello, dice, es que se puede encontrar en “pequeñas cantidades” en productos de uso cotidiano como harinas, polvo de hornear y colorantes.

En la vacuna Sinopharm, incluso, de acuerdo con la descripción de sus componentes hecha por el Ministerio de Salud de Argentina, la cantidad de hidróxido de aluminio es de 0,225 mg (miligramos) por dosis.

Jaimes indicó que esta cantidad es pequeña y dio un ejemplo para entender la relación: “Una tableta de antiácido (contra la acidez estomacal) tiene de 300 a 600 miligramos de hidróxido de aluminio; es decir, de 1,000 a 3,000 veces más de lo que tiene la vacuna. Entonces no hay por qué preocuparse tampoco”.

El término “metales pesados” es engañoso

Alberto Nájera dijo a El Detector que ni siquiera existe una definición exacta de “metales pesados”. “Realmente no es una denominación válida y la IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) desaconseja su uso”.

En un reporte técnico, la IUPAC menciona que “existe una tendencia, no respaldada por los hechos, a asumir que todos los llamados ‘metales pesados’ y sus compuestos tienen propiedades altamente tóxicas o ecotóxicas. Esto no tiene base en datos químicos o toxicológicos”. Por lo tanto, el término "metales pesados", en sí mismo, “carece de sentido y es engañoso”, según la IUPAC.

Por eso, para Nájera es “absurdo, se mire por donde se mire'', que las vacunas pudieran contener dichos elementos.

Conclusión

Es falso que las vacunas contra el covid-19 contengan “metales pesados” capaces de atraer imanes u otros objetos como llaves, cucharas o monedas, como muestran los videos en internet. La explicación de los expertos detrás de ese supuesto magnetismo es que las personas pudieron haberse usado objetos con ventosas o adhesivos para conseguir ese efecto. Y también que puede deberse a otras fuerzas físicas como la humedad de la piel o el ambiente, la grasa, la posición del brazo o la fricción entre la piel y los objetos y el efecto que genera la llamada “tensión superficial”. No todos los metales, además, tienen propiedades magnéticas. Las vacunas Pfizer-BioNTech, Moderna y yJohnson & Johnson, cuyo uso de emergencia en Estados Unidos está autorizado por la FDA, no contienen ningún metal. Las vacunas chinas CoronaVac y Sinopharm, además de AstraZeneca, tienen hidróxido de aluminio. Éste actúa como un adyuvante que sirve para mejorar la respuesta inmunitaria de las personas vacunadas. Pero el aluminio no es un metal con propiedades magnéticas y está presente en otras vacunas y productos cotidianos (harinas, colorantes, polvo de hornear) y en mayores cantidades en las tabletas de antiácidos. Además, los adyuvantes de aluminio han probado ser seguros durante décadas, según la FDA. Finalmente, la definición misma de “metales pesados”, como explica la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada, es engañosa.


* Esta nota fue actualizada el 9 de junio de 2021 para ahondar en las explicaciones físicas que aclaran por qué se pueden pegar objetos metálicos a la piel aunque las vacunas, como reconfirmamos, no son magnéticas ni contienen metales pesados. Hicimos esta ampliación porque surgieron algunas inquietudes luego de la publicación de esta verificación.

Lee también:

Fuentes

Entrevista telefónica al virólogo Javier Jaimes, investigador de la Universidad de Cornell, 27 de mayo de 2021.

Entrevista telefónica a Ángel Serrano-Aroca, profesor de Biotecnología de la Universidad Católica de Valencia (España) e investigador principal del Centro de Investigación Traslacional San Alberto Magno (CITSAM), 27 de mayo de 2021.

Entrevista por correo electrónico con Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha (España), y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud ( CCARS), 27 de mayo de 2021.

Unión Internacional de Química Pura y Aplicada. Heavy Metals—A Meaningless term?, 2002.

FDA. Hoja informativa para receptores y proveedores de cuidado (Johnson & Johnson), diciembre de 2020.

Ministerio de Salud de Argentina. Manual del Vacunador de la vacuna Sinopharm, 28 de febrero de 2021.

Agencia Europea de Medicamentos.Ficha técnica o resumen de las características del producto., sin fecha.

El Detector, Univision Noticias. ¿Con la vacuna contra el covid-19 te inyectan un poco del coronavirus vivo para que desarrolles anticuerpos?, 26 de abril de 2021. Portal oficial del gobierno de Argentina. ¿Cuáles vacunas estamos aplicando en el país?, 8 de abril de 2021.

National Center for Biotechnology Information. Aluminum hydroxide. 29 de mayo de 2021.


Esta verificación se hizo con el apoyo de la Chan Zuckerberg Initiative y Google News Initiative.

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