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Qué se sabe –y qué no– sobre la intervención de Rusia en las elecciones de EEUU

Tanto la CIA como el FBI están ya de acuerdo en que Rusia interfirió mediante hackers en las elecciones presidenciales para ayudar al triunfo de Donald Trump.
12 Dic 2016 – 07:41 PM EST
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El caso de los hackers rusos en el proceso electoral de Estados Unidos. Crédito: Composición: David Maris

Como si estuviéramos en plena Guerra Fría, Rusia está al centro de la escena política de Estados Unidos por sospechas de espionaje e intervención, en este caso, en el proceso electoral de este año.

Si bien al principio había discrepancias entre la CIA y el FBI. Pues solo la CIA aseguraba que había indicios suficientes para concluir que Rusia interfirió mediante hackers en las elecciones presidenciales para ayudar al triunfo del hoy presidente electo Donald Trump, el FBI anunció este viernes que también cree que Rusia estuvo detrás de los ataques al Partido Demócrata, según funcionarios del gobierno.

El director nacional de Inteligencia James Clapper también está de acuerdo con esta conclusión. “A principios de esta semana, me reuní por separado con James Comey (director) del FBI y Jim Clapper del DNI, y hay un fuerte consenso entre nosotros acerca del alcance, la naturaleza y las intenciones de la interferencia rusa en nuestra elección presidencial", dijo el director de la CIA John Brennan en un mensaje a la agencia, según le dijeron fuentes a The Washington Post.

Trump por su lado desdeña los reportes de la CIA, agencia que pronto estará bajo su mando, y los tilda de "ridículos". Mientras que desde el Partido Demócrata insisten en que se investigue más a fondo.

Este mismo martes, una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que los reportes obedecen a una disputa interna entre las agencias de inteligencia y seguridad de EEUU. "Parece un enfrentamiento banal entre los servicios de seguridad de Estados Unidos", escribió Maria Zakharova en una página de Facebook.

Sí, el caso es un enredo y sucede justamente en plena transición de gobierno que de por sí prometía ser compleja: agencias de inteligencia que van y vienen, republicanos y demócratas confundidos que piden explicaciones o tratan de darlas, y gobiernos que intercambian sospechas, acusasiones y negaciones.

Esta es un repaso del tema y una mirada sobre lo que se sabe –y lo que no– hasta el momento.

¿ Cómo empezó todo esto?

La historia comenzó cuando entre junio y julio pasado, poco antes de la Convención Nacional de Filadelfia en la que Hillary Clinton aceptó la nominación presidencial, se supo que los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC) habían sido hackeados.

El sitio Wikileaks por aquellos días publicó buena parte de esos emails que revelaban que la presidenta del DNC, Debbie Wasserman-Schultz, y otros funcionarios del partido se inclinaban por la candidata Clinton por sobre el senador por Vermont Bernie Sanders que competía por la nominación. Sanders había dicho públicamente en varias oportunidades que el partido estaba interfiriendo en su carrera, por lo que cuando se conocieron los correos, los seguidores del senador reaccionaron indignados y el escándalo terminó con la renuncia de Wasserman-Schultz y de Luis Miranda, entonces director de comunicación.

A este escándalo le siguieron filtraciones de emails de John Podesta, el jefe de campaña de Clinton, y de otros funcionarios de alto perfil que mostraban conexiones de la campaña con inversionistas, banqueros y empresas mineras.

Luego de meses de caos del lado demócrata, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y el Departamento de Seguridad Nacional acusan en octubre oficialmente a Rusia de los hackeos para interferir en las elecciones presidenciales.

"La comunidad de inteligencia confía en que el Gobierno ruso dirigió la reciente vulneración de correos de personas e instituciones estadounidenses... Estos robos y divulgaciones tienen el objetivo de interferir en el proceso electoral", acusaba el comunicado conjunto.

Trump, Clinton y Rusia

En julio y en pleno escándalo por el hackeo a los demócratas, Trump dijo que esperaba que los servicios de inteligencia rusos hubieran hackeado el correo electrónico de Hillary Clinton y los alentó a publicar los mensajes.

"Rusia, si estás escuchando, espero que puedas encontrar los 30,000 correos electrónicos que faltan... creo que serás recompensado por nuestra prensa", dijo Trump en clara referencia a los emails suprimidos del servidor privado de la cuenta de Clinton cuando era secretaria de Estado.

Esos dichos generaron suspicacia y condenas por parte de los demócratas a Trump y sus vínculos con las supuestas acciones del gobierno de Vladimir Putin.

En octubre, en el último debate presidencial en Las Vegas, Clinton sacó el tema y acusó a Trump de ser "un títere" del presidente ruso y de haber incentivado los hackeos perpetrados por aquel país.

“El Gobierno ruso está metido en espionaje a estadounidenses... algo que viene de los más altos niveles, claramente del mismo Putin... Creo que la pregunta más importante es si finalmente Trump admite y condena lo que los rusos están haciendo y que él no tendrá la ayuda de Putin en estas elecciones… que rechaza el espionaje ruso contra estadounidenses y que ha incentivado en el pasado”, dijo la excandidata.

Ya en aquel momento, Trump sostuvo que no sabía qué estaban haciendo los rusos y puso en duda los reportes de la comunidad de inteligencia, tal como lo hizo esta semana cuando tildó de "ridículo" el tema.

Obama pide una nueva investigación

La investigación de octubre divulgada por el Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, y el Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, concluía que las acciones de Rusia estaban "destinadas a interferir con el proceso electoral de Estados Unidos". Las nuevas evaluaciones conocidas la semana pasada van un poco más allá e indican que Rusia operó en favor del candidato Trump, según reportaron los periódicos The Washington Post y The New York Times.

De acuerdo con esas versiones, las agencias se inclinan hacia esa conclusión debido a que los rusos hackearon también los sistemas del Comité Nacional Republicano (RNC), pero no filtraron nada de lo obtenido allí mientras que sí lo hicieron durante meses con los demócratas.

Por eso el pasado viernes 9 de diciembre la Casa Blanca reveló que el presidente Barack Obama ordenó una investigación profunda a las agencias de inteligencia sobre los ciberataques y que quiere el reporte final antes de su salida del poder prevista para el 20 de enero.

El FBI y la CIA no están en desacuerdo... aún

Se ha dicho que la CIA dijo concluyentemente que Rusia intervino en el proceso electoral en favor del republicano, y que para el FBI aún faltan pruebas pero esto no quiere decir que se contradigan las agencias.

El FBI no discute que la investigación de la CIA sea o no certera. La diferencia radica en el modo de trabajo de ambas organizaciones: mientras que la CIA investiga e interpreta sobre los datos disponibles, el FBI -que es una agencia de aplicación de la ley- requiere pruebas con las que poder sustentar un posible procesamiento en la Justicia. Por lo que se espera que el proceso en el FBI sea más lento y deba pasar por más filtros antes de una conclusión definitiva.

¿Se manipularon los votos?

Según varios funcionarios de jeraquía de la comunidad de inteligencia, entre ellos Jeh Johnson y el director del FBI James Comey, esto no sucedió debido a que el sistema de votación de Estados Unidos es descentralizado y federal, algo que lo vuelve un objetivo difícil para los hackers.

"A nuestro juicio sería muy difícil alterar un recuento de votos en cualquier lugar y tener una consecuencia significativa", dijo Johnson en una entrevista el mes pasado con Usa Today.

Y qué sucede ahora

Del lado republicano, las repercusiones son diversas. El presidente electo Trump tilda de "ridículas" las conclusiones de que los rusos lo ayudaron. De hecho, su equipo de campaña desdeñó a las agencias de inteligencia en un comunicado afirmando que "esta gente es la misma que dijo que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva".

El director de comunicaciones del Comité Nacional Republicano, Sean Spicer, negó el pasado sábado que su partido haya sido hackeado por los rusos y, en línea con el equipo de transición de Trump, puso en duda a las agencias.

Pero figuras de peso como el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConell, mostraron preocupación y apoyaron la iniciativa de investigación del 'hackeo ruso' en las elecciones presidenciales.

Del costado demócrata, desde el presidente Obama, que pidió la investigación, pasando por senadores, exmiembros de la campaña de Hillary Clinton e integrantes del Colegio Electoral que en apenas días deben confirmar el nombramiento de Trump como presidente piden que el asunto se aclare.

En fotos: esto es lo que ha dicho Donald Trump sobre el supuesto hackeo ruso

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