null: nullpx

McDonald's en bandeja de plata: ¿qué dice de Trump el banquete de comida chatarra en la Casa Blanca?

El presidente recibió a los Clemson Tigers, campeones de fútbol americano universitario, con una cena para recordar: pizza, más de 300 hamburguesas de McDonald's y Wendy's, y "muchas, muchas" papas fritas. Era una cena apta para un presidente que se distingue por su amor declarado por la comida rápida y por sus esfuerzos por relajar los estándares de comida saludable.
15 Ene 2019 – 03:30 PM EST
Comparte
Cargando Video...

A falta de cocineros en la Casa Blanca debido al cierre del gobierno federal, el presidente Donald Trump premió a los campeones Clemson Tigers con comida rápida. ¿El menú? "McDonald's, Wendy's y Burger King con un poco de pizza", le dijo Trump a los reporteros en la Casa Blanca.

"Creo que esa sería su comida favorita, así que veremos qué pasa... Me gusta todo. Me gusta todo", le dijo Trump a los reporteros. "Todo es bueno, excelente comida estadounidense".

Que Trump asumiera que esta "sería su comida favorita" dice más de sus gustos que otra cosa. Su explicación también muestra cómo Trump ve su amor por la comida chatarra como una muestra de patriotismo y como una oda a un pasado más despreocupado, cuando no se pensaba en los estragos a la salud causados por la comida chatarra.

Cuando un reportero lo presionó para que respondiera si prefería McDonalds o Wendy's, Trump ahondó:

"Si es estadounidense, me gusta. Son todas cosas americanas ... Pero son buenas y tenemos al campeón nacional, como saben, Clemson Tigers. Y tuvieron un juego fantástico contra Alabama y todos están aquí. Están justo afuera de la habitación y creo que vamos a dejar que los vean. Pero te apuesto, la comida que tenemos, tenemos pizzas, tenemos 300 hamburguesas, muchas, muchas papas fritas, todas nuestras comidas favoritas. Quiero ver lo que hay aquí cuando nos vayamos, porque no creo que vaya a ser mucho. La razón por la que hicimos esto es debido al cierre. Queremos asegurarnos de que todo esté bien, así que enviamos, obtuvimos esto. Y tenemos algunas personas maravillosas que trabajan en la Casa Blanca. Nos ayudaron con esto"

El entrenador de los Clemson Tigers Jeff Scott tuiteó una foto que titula: "Cena presidencial #EnBandejaDePlata"

El presidente de la comida chatarra

Algunos se han preguntado, si los cocineros de la Casa Blanca no están trabajando debido al cierre, ¿por qué no pagarle a ellos para que concinaran una cena más a la altura de la ocasión? Trump además es dueño de un hotel a unas cuadras del lugar, ¿por qué no traer esos cocineros? El hotel alberga además una churrasquería, un restaurante de sushi y un bar lounge que sirve champaña y quesos finos. ¿Por qué no contratar cualquiera de esas opciones?

En parte es porque genuinamente le gusta la comida chatarra, como lo ha dejado claro en varias ocasiones. En un townhall de CNN de febrero de 2016, Anderson Cooper le preguntó, "Entiendo que usted también es un tipo de comida rápida, que a veces lleva comida rápida a su avión. Cuando va a McDonald's, ¿qué ordena Donald Trump?"

El entonces candidato respondió, "El Fish Delight a veces. [Risas de la audiencia] Los Big Macs son geniales, los Quarter Pounders con queso".

Un perfil del New York Times de 2016 sobre los hábitos alimenticios de Trump esclarece en qué se diferencia de los presidentes anteriores, en este punto de muchos.

"En una era de comidas gourmet y obsesión con ingredientes saludables, el Sr. Trump vuelve a un pasado más despreocupado en la comida estadounidense, cuando nadie se molestaba en preguntar si los tomates eran cultivados localmente, y la primera dama ciertamente no tenía una huerta, completa con una colmena de abejas, en el jardín sur de la Casa Blanca".

Loading
Cargando galería

"Make America Great Again"

También hay mucho que decir de cómo encaja esta cena con la estética de Trump: bandejas de plata y paquetes de salsa de tomate, pizza recalentada a luz de vela. Aunque sea una imagen chocante, de hecho está muy en línea con lo que representa Trump. El presidente construyó su campaña tratando de llegar a la "gente común", que busca el lujo pero guarda el gusto por lo sencillo, lo grasoso, dulce y salado, así no sea saludable.

El querer volver a ese "pasado más despreocupado" es uno de los pilares de la filosofía detrás de su campaña y de su agenda como mandatario, el "hacer a America grandiosa de nuevo". Se trata de volver a un Estados Unidos donde las fábricas de extracción de carbón proliferaban y pocos se preocupaban por los efectos al medio ambiente, las mujeres embarazadas podían fumar sin ser juzgadas y la dieta tradicional alta en grasas y carbohídratos hacía estragos en la salud pública.

Ese era un pasado en el que la comida rápida era "el favorito de todos", como dijo Trump, pero es sobre todo un favorito de los niños. Es una elección que algunos verán como sencilla y del común, y otros verán como infantil e irresponsable.

De hecho podemos saber qué tan no saludable fue el banquete presidencial del lunes: el Washington Post determinó, gracias a CalorieKing, cuántas calorías había en la sala: aproximadamente 310,000, excluyendo salsas y aderezos y 16,000 gramos de grasa.

Y no es solo en sus gustos personales que Trump acepta la comida menos saludable. Este es un presidente que además anuló las normas más saludables que había impuesto la ex primera dama Michelle Obama para la comida de las cafeterias escolares. Lejos quedan los días en que la primera dama mantenía una huerta en la Casa Blanca completa con una colmena de abejas.

Para ser justos, el exmandatario Barack Obama también era un conocido amante de las hamburguesas, aunque jugaba basquetbol y entrenaba con regularidad. La misma ex primera dama, quien también organizó la campaña "Movámonos", confesó su "obsesión con las papas fritas". Michelle Obama de hecho visitó el Shake Shack de Washington cuando abrió por primera vez y pidió la ShackBurger con papas fritas, un batido y una Coca Cola Diet. ¿La diferencia? "Derrochar es la clave de la vida", dijo, cuando normalmente haces ejercicio y comes bien, cosas que sabemos Trump no hace.

Comparte
RELACIONADOS:PolíticaDonald TrumpNutrición