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América Central

Narco que mató a 78 personas testificó en el juicio en Nueva York que salpica al presidente de Honduras

El testigo Devis Leonel Rivera Maradiaga era uno de los líderes de la familia criminal 'Los Cachiros' en Honduras y ha admitido 78 asesinatos. "La cuestión no será si les gusta Leonel Rivera, será si creen lo que dice sobre el tráfico de drogas del acusado", dice la acusación fiscal.
10 Mar 2021 – 03:37 PM EST
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NUEVA YORK.- Un testigo clave en el juicio en Nueva York a un empresario acusado de asociarse con el presidente de Honduras para traficar toneladas de cocaína a Estados Unidos declaró el miercoles que tenía políticos en su nómina y que envió 100 toneladas de esa droga a Estados Unidos a lo largo de su carrera.

Los fiscales dicen que Devis Leonel Rivera Maradiaga "estaba en el corazón" del negocio de la cocaína dirigido por Geovanny Fuentes, que está siendo juzgado por tráfico de drogas y delitos de armas.

Rivera era uno de los líderes de la familia criminal 'Los Cachiros' en Honduras, y ha admitido 78 asesinatos, así como 15 intentos de asesinato. Actualmente se encuentra en prisión, enfrentándose a una sentencia de cadena perpetua.

Vestido con un traje amarillo de presidiario, Rivera testificó haber conocido a Fuentes entre 2009 y 2010 en el aparcamiento de una gasolinera de su propiedad en Omoa, en el norte de Honduras. Fuentes tenía una pistola semiautomática dorada y un rifle de asalto de estilo militar AR-15 en el asiento trasero, dijo.

En la reunión, Fuentes presuntamente se jactó de tener en su bolsillo a varios funcionarios policiales de alto nivel que le proporcionaban información para ayudar a proteger sus envíos de droga y un laboratorio que producía entre 200 y 300 kilogramos de cocaína al mes. Rivera dijo que Fuentes le invitó a invertir en el laboratorio pero no le interesaba, porque prefería comprar cocaína refinada directamente de Colombia.

El laboratorio fue allanado por la policía en 2011, pero Fuentes nunca fue procesado. El policía que dirigió la redada fue posteriormente torturado y asesinado, según los fiscales.

100 toneladas de cocaína

Rivera admitió haber traficado un total 100 toneladas de cocaína a Estados Unidos a lo largo de su carrera. Al preguntarle qué hizo con el dinero, dijo que "lo usábamos para dar a políticos que nos ayudaban".

Dijo que también crearon empresas agrícolas y de construcción que obtuvieron contratos del gobierno para utilizarlas como testaferros para blanquear dinero.

Rivera testificó que trabajó con Fuentes en tres envíos de cocaína colombiana, el primero en 2011 de 425 kilos que venían en avión desde Venezuela. Fuentes se encargó de la seguridad. "Si había un reten, si era de los militares, hablaría con su contacto de la policía militar", dijo Rivera.

También describió a Fuentes como un asesino a sangre fría que torturó y asesinó a un mecánico por hablar mal de él. "El puede matar a cualquier persona si se lo pedimos", dijo.

Envalentonado por sus propias conexiones con proveedores de cocaína colombianos, Fuentes construyó más tarde otro laboratorio e hizo planes para eliminar a 'Los Cachiros', según las pruebas del gobierno. Fuentes y un socio comercial, Melvin Sandres, supuestamente contrataron a un asesino llamado 'Vaquero' para matar a Rivera. Pero 'Vaquero' avisó a 'Los Cachiros' del plan y Sandres acabó muerto.

Rivera admitió haber matado a Sandres y haber intentado asesinar también a Fuentes.

"El acusado y su compañero querían matarme a mí y a mi hermano", dijo.

Reuniones con el presidente

Fuentes se habría reunido más tarde, en 2013 y 2014, con el presidente Juan Orlando Hernández, quien, de acuerdo con los fiscales, expresó su interés en acceder al laboratorio de cocaína por su proximidad a Puerto Cortés, un puerto marítimo clave en la costa norte de Honduras.

Se alega que Hernández aceptó 25,000 dólares en sobornos para proteger a Fuentes de la extradición a Estados Unidos, a la vez que proporcionaba protección militar y policial para el tráfico de drogas de Fuentes. Los fiscales afirman que Hernández le dijo a Fuentes que "se reportara directamente" a su hermano 'Tony' Hernández "para propósitos de tráfico de drogas".

Cooperante de la DEA

Rivera comenzó a cooperar con la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) en 2013 y posteriormente se entregó a las autoridades estadounidenses en 2015. Testificó en el juicio por narcotráfico de octubre de 2019 contra 'Tony' Hernández, sobre el dinero que el gobierno debía a una de las empresas de fachada de la familia. 'Tony' Hernández aceptó impulsar los pagos a cambio de 50,000 dólares. Rivera grabó la reunión y entregó la cinta a la DEA.

En su declaración de apertura ante el jurado, el fiscal Jacob Gutwillig admitió que el testigo del gobierno era un personaje desagradable. "No se equivoquen, Leonel Rivera ha cometido crímenes incalificables", dijo, señalando los 78 asesinatos y la "distribución masiva de cocaína".

Pero eso no lo convertía en un mal testigo, insistió. De hecho, significaba que tenía un conocimiento inigualable de la actividad ilegal de Fuentes.

"Rivera era el tipo de narcotraficante que el acusado (Geovanny Fuentes) eligió para trabajar. Eran socios... Rivera es un testigo que les dará una visión interna de los delitos del acusado", dijo Gutwillig.

"La cuestión no será si les gusta Leonel Rivera, será si creen lo que dice sobre el tráfico de drogas del acusado", añadió.

Testigos "desesperados"

En su declaración de apertura del martes, el abogado defensor Eylan Schulman advirtió al jurado que no debía confiar en las palabras de los narcotraficantes confesos que serían llevados a testificar contra su cliente, al que describió como "un hombre inocente, acusado erróneamente de delitos muy graves." Describió a Fuentes como un buen padre de cuatro hijos que dirigía un negocio de astillas de biomasa.

Si los miembros del jurado utilizan su "sentido común", dijo, "verán que el caso del gobierno depende de testigos con intereses propios que tienen mucho que ganar y poco que perder".

Los testigos del gobierno estaban "desesperados" por evitar una larga condena en la cárcel y habían admitido el tráfico de toneladas de droga y decenas de asesinatos. El uso de testigos de ese calibre "te deja sacudiendo la cabeza sobre cómo nuestro gobierno pudo confiar en su testimonio", dijo Schulman.

"Se les acabó la fiesta"

El presidente Hernández ha acusado a 'Los Cachiros' de utilizar mentiras contra él para obtener a cambio una reducción de las penas. "'Los Cachiros' de la manera más sobria han estado mintiendo repetidamente. No tienen ninguna evidencia que respalde sus mentiras", dijo al Congreso de Honduras en un discurso el 24 de febrero.

De hecho, 'Los Cachiros' habían sido expulsados de Honduras por las firmes acciones del gobierno contra los narcotraficantes, afirmó. "Se rindieron a Estados Unidos porque con mi gobierno se les acabó la fiesta", dijo Hernández.

"Hoy 'Los Cachiros' y otros narcotraficantes, asesinos confesos, están negociando usando la llave mágica diciendo mentiras al afirmar que los narcos podían hacer tratos conmigo. Estas mentiras son parte de su venganza", añadió.

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