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Artes Visuales

Artista italiano vende una escultura invisible por 18,300 dólares (no, no es una broma)

El pintor y escultor Salvatore Garau prefiere definirla como escultura inmaterial. Tituló su polémica creación 'Yo Soy' y recomienda que su 'montaje' se haga en una habitación libre de cualquier obstáculo. "¿No damos forma a un Dios que nunca hemos visto?", dice al defender su obra.
3 Jun 2021 – 05:20 AM EDT
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Un artista italiano de amplia trayectoria ha desencadenado una serie de críticas y no pocas burlas de especialistas, la prensa internacional y el público en general a raíz de su última obra: una escultura invisible, o como prefiere él llamarla, 'escultura inmaterial'.

La "pieza" recibe por nombre 'Yo soy' ( Io sono, en italiano) y ha sido subastada en la casa Art-Rite por cerca de 18,300 dólares (15,000 euros).

Su creador, el pintor y escultor Salvatore Garau, de 67 años, impuso una serie de requisitos para su “montaje”: debe colocarse en una habitación libre de cualquier obstáculo, en una casa particular y debe considerarse una dimensión de 150 x 150 centímetros.

Al justificar su creación, Garau dijo al medio local Il Giorno, que el no vendió nada, sino el vacío.

"El vacío no es más que un espacio lleno de energía, y aunque lo vaciemos y no quede nada, según el principio de incertidumbre de Heisenberg, esa nada tiene un peso [...] Por tanto, tiene energía que se condensa y se transforma en partículas, es decir, en nosotros", dijo.

No es la primera vez que Garau realiza obras inmateriales. La más conocida es "Buda en contemplación", una escultura invisible que "se halla" en la Piazza della Scala de Milán, desde febrero pasado.


El artista "instalará" a unos pasos de la bolsa de Nueva York otra obra inmaterial llamada "Afrodita llora′′ ( Piange Afrodita, en intaliano), con apoyo del Instituto Cultural Italiano.

En la página web se indica que se trata de "una escultura inmaterial que solo existe porque el artista lo decidió. Una obra hecha solo de aire, que toma forma gracias a la imaginación del observador, pero sobre todo con cero impacto ambiental y no reproducible en la red".

En una entrevista al artista publicada en el catálogo de la casa de subastas, Garau afirma: "Más que esculturas invisibles, las definiría como esculturas inmateriales. Mi imaginación, entrenada durante toda una vida para sentir de forma diferente lo que existe a mi alrededor, me permite 'ver' lo que aparentemente no existe".

Agrega que sus esculturas inmateriales "son obras que siento físicas", porque en el vacío "hay una densidad de acontecimientos".

Y sigue defendiendo la obra: "Si determino que en un espacio determinado 'expongo' una escultura inmaterial, ese espacio atraerá la atención y el pensamiento de las personas y, esa densidad de pensamiento que se concentra en un espacio determinado, creo que da vida a una aglomeración de elementos que tarde o temprano, estoy seguro, la ciencia con nuevos instrumentos (quién sabe si ya existen) podrá descifrar".

"¿No damos forma a un Dios que nunca hemos visto? Muchas personas no son conscientes de que tienen una inmensa imaginación", añade.

Garau sostiene que sus obras intangibles, en este momento, "tienen un nuevo valor, un patetismo pegado al momento histórico, en definitiva, una metáfora perfecta de nuestros días".

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