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Fotos: Recorre estos espeluznantes y alucinantes pueblos fantasmas del mundo

Ciudades que fueron prósperas y que tenían calles llenas de vida y que por diferentes razones -desastres naturales, guerras o debacles económicas-, quedaron vacías. Ahora sus edificios están invadidos por maleza y son conglomerados fantasmagóricos que, en muchos casos, se transformaron en atractivos turísticos. Mira también: Estos son los mejores parques urbanos del mundo (y el número uno está en México)
Publicado 31 Oct 2020 – 10:23 PM EDT | Actualizado 2 Dic 2022 – 01:40 PM EST
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Belchite, España. Durante la 'Batalla de Belchite', en la Guerra Civil española, una serie de operaciones militares enfrentaron a republicanos españoles y a las de Francisco Franco entre el 24 de agosto y el 7 de septiembre de 1937. El pequeño pueblo de Belchite, a 24 millas (unos 40 km) al sureste de Zaragoza, y sus alrededores quedaron devastados. Después de la batalla, Franco ordenó que las ruinas se dejaran intactas como un "monumento" de guerra. Crédito: GERARD JULIEN/AFP via Getty Images
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San Juan Parangaricutiro, México. Es un pequeño pueblo en el estado de Michoacán cerca del volcán Parícutin. El original poblado de San Juan Parangaricutiro fue destruido por el volcán que entró en formación en 1943, quedando enterrado en cenizas y lava. La parte superior de la iglesia aún sobresale. Cerca de allí, está Nuevo San Juan Parangaricutiro, fundado tras el desastre. El volcán mexicano no causó víctimas mortales, señala EFE, ya que los residentes lograron abandonar el área antes de la llegada de la lava.


Crédito: Sparksmex / Public Domain / Wikicommons
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Pripyat, Ucrania. Esta puede ser una de las más famosas ciudades fantasmas del mundo. Pripyat era una pequeña ciudad que albergaba a más de 45,000 personas, la mayoría de ellos eran familiares de los trabajadores de la central nuclear de Chernóbil. El accidente nuclear del 26 de abril de 1986 forzó una evacuación completa de la ciudad haciendo que todo quede detenido en el tiempo. Aún se pueden ver cuadernos y símbolos de la era soviética en medio de los edificios abandonados.

Crédito: SERGEI SUPINSKY/AFP via Getty Images
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Epecuén, Argentina. Villa Epecuén era un pueblo turístico en la provincia de Buenos Aires, Argentina, a 370 millas (unos 600 km) de la Ciudad de Buenos Aires. Era un balneario familiar situado en la Laguna Epecuén. En noviembre de 1985, fallas en una presa y dique que protegían la villa hicieron que el agua subiera varios metros inundando al pueblo para siempre. Todo debió ser evacuado y las ruinas del pueblo, debido a la salinidad del agua, se fueron tiñendo de blanco. Hoy tiene un único residente, Pablo Novak, quien regresó a su casa más de dos décadas después, cuando las aguas retrocedieron un poco.

Crédito: JUAN MABROMATA/AFP via Getty Images
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Bodie, California. En 1859 William S. Bodey descubrió oro y se estableció en 1861. La ciudad comenzó a crecer y llegó a tener unos 10,000 habitantes en 1880. "Bodie estaba llena de familias, ladrones, mineros, dueños de tiendas y pistoleros", detalla la página. Con la caída de la minería y la emigración de los jóvenes, la ciudad cerró en 1962 después del cierre total de la mina de oro local. La ciudad se convirtió en una atracción local para los turistas, y California decidió dejar la ciudad como estaba en 1962. Crédito: GABRIEL BOUYS/AFP via Getty Images
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Poggioreale, Italia. Una pequeña ciudad siciliana agrícola que fue destruida por el terremoto del Valle de Belice en 1968. El desastre fue tal que toda la población se fue y se mudó a un sitio reconstruido en un lugar un poco más protegido, unos kilómetros al sur.
Crédito: MARCELLO PATERNOSTRO/AFP via Getty Images
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Herculano, Italia. Esta antigua ciudad de Campania, era más pequeña que Pompeya, la otra urbe que quedó sepultada bajo la erupción de un volcán. Pero Herculano tenía edificios más suntuosos mostrando que podría haber sido un sitio al que iban las élites romanas. Una erupción del volcán Vesubio en el 79 dC sepultó a la ciudad en lava y cenizas matando a su población. Las excavaciones en Herculano hallaron partes de edificios y restos humanos intactos, detenidos en el tiempo de aquella fatal erupción.
Crédito: MARIO LAPORTA/AFP via Getty Images
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St. Elmo, EEUU. Originalmente se llamó Forrest City en 1880, Saint Elmo, en Colorado, fue renombrada más tarde. Las minas de oro y plata atrajeron a los mineros haciendo que el pueblo tenga en su apogeo hasta unos 2,000 residentes. Con el cierre del servicio de trenes en 1926, la ciudad disminuyó su población progresivamente hasta que para 1958 era prácticamente una ciudad fantasma. Es uno de los pueblos fantasmas mejor conservados de EEUU. Ubicado al suroeste de Buena Vista en Chalk Creek Canyon, cuenta con más de 40 edificios entre ellos un salón, cárcel y casas particulares.

Crédito: Rolf Blauert Dk4hb / Public Domain / Wikicommons
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Armero, Colombia. Ubicada en el departamento de Tolima, la localidad de Armero se hizo tristemente famosa a nivel mundial en noviembre de 1985, luego de que una erupción del volcán Nevado del Ruiz enterrara la ciudad matando a cerca de 25,000 personas. El incidente se llamó la Tragedia de Armero y su víctima más conocida fue la niña Omayra Sánchez, quien murió luego de quedar atrapada por el agua durante varios días. Los sobrevivientes fueron reubicados en otras localidades.

Crédito: LUIS ACOSTA/AFP via Getty Images
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Kolmanskop, Namibia. A inicios del siglo XX, trabajadores alemanes hallaron que esta área de Lüderitz era rica en diamantes. Poco a poco se fueron asentando más obreros y mineros que levantaron un pueblo arquitectónico alemán. El próspero asentamiento llegó a tener tranvía, hospital y sala de juegos. Pero con el agotamiento de la mina y el hallazgo de nuevas en otros lugares cercanos, el pueblo fue quedándose vacío hasta finalmente volverse fantasma en los años 50. Por las fuerzas naturales del desierto de Namibia, Kolmanskop se fue cubriendo de arena y hoy sus edificios se entremezclan con médanos, volviéndose un fotogénico destino.


Crédito: AFP Contributor/AFP via Getty Images
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Kayakoy, Turquía. Antes se la llamaba Levissi y era una localidad de unos 10,000 habitantes hasta la década del 1920. Desde sus orígenes (aproximadamente en el siglo XIV), pacíficamente cohabitaban musulmanes de Anatolia (Turquía) y cristianos ortodoxos griegos. Cuando se desató la guerra greco-turca (entre 1919 y 1923), miles de habitantes fueron expulsados debido a su religión y se hizo un intercambio en que ambos países buscaban mantener una sola religión. Así, los cristianos marcharon mayormente a Grecia y los musulmanes a Turquía. Un terremoto en la década de 1950 terminó por destruir la localidad expulsando a los pocos habitantes que quedaban.


Crédito: Chris McGrath/Getty Images
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Hashima, Japón. Esta isla era conocida por sus minas de carbón submarinas que operaron durante la industrialización de Japón. La isla alcanzó una población máxima de más de 5,200 personas en 1959, pero en 1974, con las reservas de carbón a punto de agotarse, la mina se cerró y todos los residentes se fueron, dejando la isla abandonada durante tres décadas. En los años 30 y hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, los prisioneros de guerra coreanos y chinos estuvieron bajo regímenes de trabajo forzoso. El interés resurgió en la década de 2000 debido a sus ruinas inalteradas y se abrió a los turistas en 2009. Aunque principalmente un símbolo de la rápida industrialización de Japón, la isla también es un recordatorio de su historia como lugar de trabajo forzoso coreano y chino.

Crédito: Carl Court/Getty Images
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Humberstone y Santa Laura, Chile. Son antiguas fábricas de salitre donde trabajadores de Chile, Perú y Bolivia vivían en pueblos de la empresa que gerenciaba el territorio. Ubicados en uno de los desiertos más secos de la Tierra, miles de personas vivieron y trabajaron en este sitio durante más de 60 años, desde 1880, para procesar el mayor depósito de salitre del mundo, según detalla UNESCO. Aquí se producía fertilizante nitrato de sodio que servía a tierras agrícolas en América y Europa. La crisis de 1929 y el crecimiento de los fertilizantes industriales terminaron con el asentamiento de Santa Paula. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
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Pyramiden, Noruega. Pyramiden fue fundada por Suecia en 1910 y vendida a la Unión Soviética en 1927 que avanzó con un próspero asentamiento minero de carbón ruso en este archipiélago noruego de Svalbard. En la década de 1980, la comunidad minera tenía una población de más de 1,000 habitantes. Pyramiden, nombrada así por un cerro con forma piramidal, quedó vacía luego de que la empresa minera estatal rusa Trust Arktikugol cerró la mina el 1 de abril de 1998 después de 53 años de funcionamiento. Desde los años 2000 ha ido creciendo como atractivo turístico y ahora cuenta con un hotel. Crédito: Maja Hitij/Getty Images
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Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco. Nuevo México, EEUU. Entre 850 y 1250 dC, lo que hoy es el Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco fue un importante poblado para los pueblos nativos americanos y las ruinas de los edificios son de las más grandes halladas en América del Norte. El parque está ubicado entre lo que hoy es Albuquerque y Farmington, en un remoto cañón. No están claros los motivos de la emigración de los habitantes, aunque se señala una sequía como la posible causa.

Crédito: MLADEN ANTONOV/AFP via Getty Images
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