Aunque sin autorizar todavía la acostumbrada peregrinación anual, el Santuario Nacional de Fátima, en Portugal, reabrió sus puertas y permitió la presencia de 7,500 fieles en dos misas anuales que conmemoran la fecha en que, según la tradición, tres niños pastores analfabetos vieron por primera vez a la Virgen. Como ocurre también en Lourdes, Francia, Fátima atrae a millones de peregrinos de todo el mundo cada año para dar gracias a Nuestra Señora de Fátima o para pedir su ayuda.