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Tesla

Por qué Tesla enfrenta serios problemas para vender sus autos eléctricos tras haber sido la empresa pionera

La conflagración de una serie de factores que van desde la falta de innovación hasta problemas legales que enfrenta su presidente, Elon Musk, han llevado a la erosión de la participación de Tesla en el mercado de los autos eléctricos y a la caída del precio de su acción. Te explicamos qué ocurre.
Publicado 29 Ene 2023 – 01:58 PM EST | Actualizado 29 Ene 2023 – 01:58 PM EST
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Un análisis de la compañía de servicios financieros Plante Moran indica que la participación del fabricante de vehículos eléctricos estadounidense Tesla en el mercado de vehículos eléctricos de América del Norte disminuirá del 70% que alcanzó en 2022 a solo un 31% en 2025.

En Europa occidental, según el analista automotriz independiente Matthias Schmidt citado por Wired, el panorama luce aún más sombrío ya que se espera que Tesla termine el año con el 15% del mercado de vehículos eléctricos frente al 33% que logró en 2019.

Analistas e inversionistas han mostrado preocupación sobre el desempeño del gigante estadounidense de los autos eléctricos en un mercado que se espera que crezca exponencialmente en los próximos años.

Esta preocupación se ha traducido en una caída de la acción de Tesla a $157 al momento de la publicación de este artículo, de un máximo de $415 alcanzado en noviembre de 2021, a pesar de que el miércoles reportó un aumento en sus ganancias del 33% en el cuarto trimestre de 2022 en relación al mismo periodo en 2021, superando las proyecciones.

El enfriamiento del desempeño de Tesla en el mercado de vehículos eléctricos responde a una conflagración de causas de naturaleza variada, que van desde una desaceleración en materia de innovación, hasta el desencanto del público con la compañía que tiene el invalorable crédito de haber iniciado la revolución de los vehículos eléctricos a nivel mundial.

Estas son las más importantes de ellas:

Competencia de Tesla

Por más de una década Tesla fue prácticamente la única constructora que ofrecía autos eléctricos con características de autonomía y rendimiento que los hacían viables para la vida cotidiana.

Gracias a ellos la compañía conquistó a una gran mayoría de compradores dispuestos a ser los pioneros en un mercado inexistente de autos no contaminantes.

Su sedán Model S, presentado al mercado en 2012, se convirtió en el primer auto eléctrico en encabezar el ranking mensual de ventas de autos nuevos en un país. De hecho, el Model S fue líder de ventas en Noruega, en septiembre y diciembre de 2013 y fue el automóvil eléctrico más vendido en todo el mundo en 2015 y 2016, hasta que fue superado por el Model 3, su primer modelo económico.

Seducidos por el éxito financiero y de ventas de Tesla, los fabricantes tradicionales no tardaron en comenzar a invertir grandes sumas en el desarrollo de modelos eléctricos, los cuales ya han alcanzado, y en algunos casos superado a los modelos de Tesla, que comenzaron a lucir anticuados frente a sus competidores.

Según Schmidt, durante los primeros 11 meses de 2022 las ventas por volumen de modelos de la familia de autos eléctricos ID de Volkswagen superaron a los compactos Model Y y Model 3 de Tesla en más del 20%.

Falta de actualizaciones de modelos Tesla

Desde su debut en 2012 el Tesla Model S no ha recibido actualizaciones de apariencia significativas. Mientras que su SUV grande Model X, sedán compacto Model 3 y la SUV compacta Model Y lucen exactamente iguales a cuando fueron presentados en 2015, 2017 y 2020 respectivamente.

Lo anterior no sería un mayor problema en un mercado sin competencia como el que disfrutó Tesla por varios años, pero la creciente competencia de marcas como Mercedes-Benz con su línea de autos eléctricos EQ en el área costosa del segmento y de vehículos como las crossovers Mustang Mach-E de Ford y la Ioniq 5 de Hyundai, han dado motivos al mercado a mirar más allá de Tesla.

Un hecho significativo en el estancamiento de Tesla ocurrió en febrero de 2022, cuando la influyente publicación Consumers Report reemplazó a la camioneta Model Y por la Mustang Mach-E como su recomendación principal en el segmento de los autos eléctricos, después de dos años en que la crossover de Tesla había disfrutado de esa distinción.

Además los modelos de Tesla, si bien han logrado avances significativos en materia de manejo autónomo y de velocidad y potencia, estos ya no se diferencian de lo que sus competidores están logrando ofrecer.

Promesas incumplidas de Tesla

En noviembre de 2019 el presidente de Tesla, Elon Musk, presentó en un acto público su primera camioneta pickup eléctrica: la Cybertruck. Un vehículo que Musk había dicho que era fundamental para el futuro de Tesla en Estados Unidos, donde los tres vehículos más vendidos han sido pickups desde hace varias décadas.

En la accidentada presentación, donde al primer intento Musk rompió la ventana “irrompible” de un prototipo, el presidente de Tesla prometió iniciar la producción del modelo en 2021. En 2021 la producción fue retrasada hasta 2022, y en 2022 la llegada de a Cybetruck fue pospuesta nuevamente para 2023.


En una conferencia telefónica con inversionistas celebrada el 25 de enero, Musk dijo que la Cybertuck comenzaría a ser fabricada en cantidades limitadas en “algún momento durante este verano”, pero que la fabricación masiva del esperado vehículo no ocurriría sino hasta 2024, cinco años después de su presentación.

Independientemente de si esta vez Tesla cumple con la nueva fecha para la producción de la Cybertruck, el hecho grave es que le cedió a la competencia la ventaja de ser el primer fabricante de pickups eléctricas del mundo.

Durante ese tiempo Ford inició la producción de su exitosa pickup eléctrica F-150 Lightning, General Motors ya vende su GMC Hummer EV Pickup y está por comenzar a vender la versión eléctrica de la Chevrolet Silverado, el fabricante emergente Rivian ya vende su pickup R1T y Ram anunció su primera pickup eléctrica.

Elon Musk

El comportamiento de Musk en los últimos años, especialmente desde que adquirió Twitter y se hizo cargo personalmente de sus operaciones, ha afectado a la complicada situación de Tesla.

Localmente, el fabricante de autos eléctricos compite en un mercado afectado por la tóxica polarización política que sufre Estados Unidos, en el que la derecha ve el estímulo gubernamental al mercado de los vehículos eléctricos como un ataque a sus libertades fundamentales y la izquierda como una herramienta para la innovación y la lucha contra el cambio climático

Según Wired, las posturas políticas de Musk, quien pidió el enjuiciamiento de Anthony Fauci y ser burló del ataque contra el esposo de la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, han alienado a los compradores potenciales de los vehículos eléctricos de Tesla.

El efecto negativo de la adquisición de Twitter va más allá de las creencias políticas de Musk, quien financió la compra de la controversial red social con $13,000 millones en préstamos y $33,000 millones en efectivo, de los cuales aproximadamente $23,000 millones se recaudaron con la venta de acciones de Tesla.

Esta maniobra financiera afectó negativamente a inversionistas que invirtieron en Tesla basados en la confianza que tenían en la gestión de Musk.

Musk además enfrenta actualmente un juicio de la Comisión de Cambio y Valores (SEC) por haber emitido, según un comunicado de la agencia gubernamental, “una serie de tuits falsos y engañosos sobre una posible transacción para privatizar Tesla”, que afectaron negativamente a sus inversionistas.

La demanda de la SEC, presentada en el tribunal de distrito federal en el Distrito Sur de Nueva York, alega que Musk violó las disposiciones antifraude de las leyes federales de valores y busca “una orden judicial de devolución de pérdidas, sanciones civiles y una prohibición que impida a Musk desempeñarse como funcionario o director de una empresa pública”.

Según Steven Peikin, codirector de la División de Cumplimiento de la SEC, “los funcionarios corporativos ocupan puestos de confianza en nuestros mercados y tienen importantes responsabilidades con los accionistas”, añadiendo que “el estatus de celebridad o la reputación de un oficial como innovador tecnológico no da licencia para tomar esas responsabilidades a la ligera”.

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