Retrasando la progresión de la enfermedad de Parkinson a través del ejercicio

Abril es el Mes de la Concientización sobre el Parkinson, una oportunidad para generar conciencia sobre la enfermedad de Parkinson (EP) y los tratamientos que existen para que las personas vivan una vida mejor. Aunque no hay cura para la enfermedad de Parkinson, hay diferentes opciones de tratamiento disponibles, desde medicamentos hasta fisioterapia o cirugía, que ayudan a las personas con Parkinson a controlar sus síntomas.
Cuando alguien es diagnosticado con Parkinson inicialmente, es importante recordar que cada persona con EP experimenta diferentes síntomas. Todas las personas que viven con esta enfermedad neurodegenerativa experimentan la pérdida de dopamina en el cerebro. Puesto que la dopamina es la principal responsable de controlar el movimiento, las personas con EP típicamente experimentan síntomas relacionados con el movimiento además de síntomas no relacionados con el movimiento.
Manejando la enfermedad de Parkinson
La progresión de la enfermedad y los tratamientos varían de una persona a otra. Si bien es común que las personas con Parkinson tomen medicamentos para ayudar con los síntomas, el medicamento, junto con la dosis y la hora del día en que se toma, será único para cada persona. El tratamiento quirúrgico, como la estimulación cerebral profunda, también puede ser una opción para algunos, mientras que otros no serán candidatos ideales.
Aunque actualmente no hay ningún tratamiento que revierta los efectos de la enfermedad de Parkinson, los tratamientos pueden tratar los síntomas de la enfermedad, como temblores, movimientos lentos y de rigidez, así como síntomas no motores como ansiedad y depresión. El tratamiento para la atención de la salud mental también es importante y los profesionales de la salud mental pueden ayudar a una persona con Parkinson a abordar los cambios de humor que resultan de la enfermedad.
Cuanto antes entienda e identifique una persona sus síntomas, tanto antes podrá trabajar con su médico y su equipo de atención médica para desarrollar un plan de tratamiento que cubra sus necesidades.
También hay varias modificaciones en el estilo de vida que una persona con Parkinson puede hacer para mejorar su calidad de vida. Esto incluye descansar más, lo que puede ayudar a abordar los problemas del sueño , mantener una dieta equilibrada, que puede ayudar con la efectividad de los medicamentos, así como el ejercicio. El ejercicio es también la única intervención que sabemos que beneficia a todas las personas con Parkinson y una extensa investigación muestra que puede ayudarles a manejar mejor sus síntomas.
Los beneficios del ejercicio
Para las personas que viven con Parkinson, el ejercicio es un tratamiento. La actividad física puede ayudar a mejorar muchos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Los beneficios reportados del ejercicio para las personas con Parkinson incluyen mejoras en:
- la marcha y el equilibrio,
- flexibilidad y postura,
- coordinación,
- temblor,
- resistencia,
- cognición: incluyendo memoria y toma de decisiones,
- calidad del sueño,
- salud mental: incluyendo depresión y ansiedad.
El Proyecto de Resultados del Parkinson (Parkinson’s Outcome Project), el estudio más grande jamás realizado en la investigación clínica sobre el Parkinson, encontró que las personas diagnosticadas con Parkinson que se ejercitaban por lo menos 2.5 horas a la semana tenían una mejor calidad de vida que aquellas que no hacían ejercicio o que comenzaron a hacer ejercicio más tarde.
La investigación muestra que:
- El ejercicio puede contribuir a la neuroplasticidad, que es cuando el cerebro forma nuevas conexiones y restaura las perdidas, causando un efecto neuroprotector.
- Cualquier nivel de actividad física es beneficioso, comparado con ser inactivo.
- Las personas con Parkinson que hacen ejercicio regularmente tienen menos probabilidades de caer.
- Es mejor empezar a hacer ejercicio poco después de un diagnóstico de la enfermedad de Parkinson, pero nunca es demasiado tarde.
A través de la investigación clínica continua, podemos mejorar nuestra comprensión de por qué el ejercicio es tan beneficioso e identificar qué rutinas de ejercicio tienen el mayor impacto en los síntomas de Parkinson. Obtenga más información sobre la importancia de la participación en ensayos clínicos y cómo participar en la investigación sobre el Parkinson.
Iniciar una rutina de ejercicio
El ejercicio no tiene que tener el mismo aspecto para todas las personas con Parkinson. Todos los ejercicios, desde el entrenamiento en caminadora y el ciclismo hasta el Tai Chi, el yoga y el boxeo sin contacto, han demostrado ser beneficiosos.
Un estudio encontró que una clase de tango dos veces a la semana ayudaba a mejorar los síntomas motores, el equilibrio y la velocidad al caminar. Incluso la jardinería y las tareas domésticas pueden contar como parte de su actividad física. Lo importante es encontrar una rutina agradable y segura y apegarse a ella.
La Parkinson’s Foundation, en colaboración con el Colegio Americano de Medicina Deportiva (American College of Sports Medicine, ACSM), creó recomendaciones de ejercicios fáciles de seguir que delinean los tipos de ejercicio seguros y efectivos para las personas con Parkinson. Incluyen pautas para la frecuencia, la intensidad y el volumen del ejercicio. Para obtener ayuda para desarrollar una rutina de ejercicio, hable con su médico o pida una referencia para ver a un fisioterapeuta especializado en Parkinson. Un fisioterapeuta puede darle recomendaciones de ejercicios seguros y beneficiosos.
Para localizar a un fisioterapeuta, encontrar un programa de ejercicios para el Parkinson u otros recursos educativos, llame a la Línea de Ayuda de la Parkinson’s Foundation al 1-800-4PD-INFO (1-800-473-4636), opción 3 para español, para obtener respuestas a sus preguntas sobre el Parkinson en español e inglés.