Trump sí tiene derecho a compartir información clasificada, pero esto no implica que no viole otros acuerdos

Todo apunta a que el presidente Donald Trump compartió información altamente clasificada, proporcionada por Israel, con el embajador de Rusia, Sergey Kislyak, y el ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Sergei Lagrov, la semana pasada en una reunión en la Casa Blanca.
Esta revelación generó más cuestionamientos acerca de la relación entre el mandatario republicano y Rusia y sobre su capacidad para manejar información sensible. Pero, ¿Es legal que el presidente brinde a otro gobierno información altamente clasificada? La respuesta es sí, pero el asunto tiene algunos matices.
De acuerdo a un caso de la Suprema Corte de Justicia ( Navy v. Egan), el presidente de Estados Unidos, como comandante en jefe de las fuerzas armadas y como la máxima autoridad del Poder Ejecutivo por el artículo 2 de la Constitución, tiene el poder de proteger la información clasificada, de definir qué es y a quién proporcionársela.
Los expertos coinciden en que no hay ilegalidad en el hecho de que Trump desclasifique información altamente confidencial y la comparta con otro estado. Sin embargo, aclaran que cualquier otra persona que hubiese hecho lo mismo, seguramente iría a prisión.
“En casi todos los casos, si hay una decisión de brindarle a un gobierno información clasificada, eso requeriría un proceso extenso entre las agencias de inteligencia responsables por adquirir esa información. Generalmente, si cualquier otra persona en lugar del presidente decidiera revelar información clasificada iría a la cárcel por mucho tiempo”, explicó a Univision Noticias el experto en política exterior del Center for American Progress Max Bergmann.
Según el análisis de expertos en derecho, publicado por el Instituto Lawfare, en cooperación con el centro de investigación Brookings Institution, “el objetivo del sistema de clasificación es proteger la información que el presidente, generalmente a través de sus subordinados, considera sensible”. Tal es así que “el presidente determina el sistema de información clasificada mediante orden ejecutiva, y puede abandonarlo a voluntad”.
Decisión riesgosa
Por otra parte, que el presidente actúe en la legalidad no significa que no esté violando acuerdos con el país que le brindó la información. Según explicó a Univisión el experto en seguridad nacional de la Universidad de Columbia Richard Betts, aquí “la controversia es menos acerca del derecho legal” del presidente de desclasificar información confidencial, que el hecho de “no divulgar información sensible suministrada por otro gobierno”.
En este caso, el problema entonces no es que Trump reveló información clasificada, sino que reveló información clasificada del más alto nivel que podría poner en peligro a las personas que la proporcionaron y la cooperación con el gobierno que la suministró, advirtió Bergmann. El Washington Post evitó publicar parte de la información por su carácter sensible.
Trump le dio esta información “al gobierno ruso, que está trabajando con los iraníes y Hezbollah en Siria y con el régimen de Assad entonces, quién sabe cuán segura está”, advirtió Bergmann.
En 2009, el presidente Barack Obama estableció en una orden ejecutiva “un sistema uniforme para clasificar, proteger y desclasificar información de seguridad nacional”. Según este documento, la información puede ser desclasificada, entre otros, por el supervisor de quien la clasificó. En este caso, el presidente es la máxima autoridad y como tal tiene la potestad de decidir sobre el asunto.
Visto estos hechos, podemos decir que Trump no violó la ley al compartir información clasificada, pero sí pudo haber comprometido la relación colaborativo con Israel, así como la seguridad de las personas que obtuvieron la información.