Así cayó en la corte el millonario que organizaba ‘fiestas sexuales’ en las que murieron dos hombres
Dos años después de que su arresto puso en jaque a políticos demócratas a los cuales donó parte de su fortuna, Ed Buck fue encontrado culpable de nueve delitos graves, incluyendo proporcionar dosis excesivas de droga por las cuales murieron dos hombres en su apartamento de Los Ángeles, California.
Con este veredicto, Buck, de 66 años, deberá cumplir una sentencia mínima obligatoria de 20 años en una prisión federal, que la jueza Christina A. Snyder podría incrementar. Aún no se ha programado la lectura de la condena. En tanto, se le ordenó seguir bajo custodia federal.
Buck fue cercano al poder hasta que las drogas le arruinaron la vida. Entre los candidatos que recibieron sus contribuciones están Barack Obama, Hillary Clinton y Eric Garcetti, alcalde de Los Ángeles. Repartió miles de dólares a campañas de aspirantes demócratas de 2007 a 2016. Era un rostro conocido en el círculo político en West Hollywood, donde la comunidad gay tiene una importante influencia.
En su mejor época fue modelo, amasó una fortuna vendiendo un negocio de paquetería en Arizona y trató de ingresar a la política compitiendo por una curul del Concilio de West Hollywood en 2007.
Su debacle está ligada a su adicción al sexo y los narcóticos. En un juicio de nueve días, los fiscales presentaron evidencia de que desde 2011 y hasta su arresto en septiembre de 2019 se involucró en un patrón en el que reclutaba indigentes para darles grandes dosis de droga y tener relaciones en su casa.
Era común que en sus ‘fiestas sexuales’ les inyectara metanfetamina a sus víctimas y llegó a hacerlo incluso cuanto estaban inconscientes. A quienes no estaban interesados en consumir tanto ‘cristal’ les pagaba menos o nada. Al final, dejaba de invitarlos a su apartamento.
“Buck ejercía poder y control sobre sus víctimas, por lo general apuntando a personas indigentes, sin hogar o que luchaban contra la adicción a las drogas. Él explotó la riqueza y el equilibrio de poder entre ellos ofreciendo dinero a sus víctimas para consumir droga y dejar que Buck les inyectara narcóticos”, señala el Departamento de Justicia (DOJ).
“Él me dio mi primera inyección”
La acusación indica que Buck les dio metanfetamina a Gemmel Moore, quien falleció por consumo excesivo de ese narcótico en su apartamento el 27 de julio de 2017; y a Timothy Dean, quien también sufrió una sobredosis fatal en ese mismo lugar el 7 de enero de 2019.
“Estas muertes no lograron disuadir a Buck de continuar distribuyendo metanfetamina”, cita la Fiscalía.
Una tercera víctima, un hombre de 37 años cuya identidad no ha sido revelada, logró sobrevivir a una dosis excesiva el 11 de septiembre de ese año porque escapó de la vivienda de Buck para pedir ayuda en una estación de gasolina cercana. Él declaró ante la Policía que le había inyectado metanfetamina y que no le permitía salir para recibir atención médica.
Tras la muerte de Moore en 2017, detectives del Sheriff del condado de Los Ángeles (LASD) revisaron la vivienda del millonario y encontraron casi dos gramos de metanfetamina, jeringas, parafernalia para el consumo de drogas y juguetes sexuales
El propio Moore había escrito en su diario que Buck lo había vuelto drogadicto: “él me dio mi primera inyección de metanfetamina”. Pero los fiscales en ese entonces consideraron que no había evidencia suficiente para enjuiciarlo.
Moore tenía grandes cantidades de metanfetamina en su organismo, lo cual provocó su muerte, de acuerdo con un informe del Médico Forense del condado. Su cadáver estaba desnudo, sobre un colchón en la sala del apartamento de Buck.
Aunque esta muerte fue catalogada en un principio como accidental, los detectives reabrieron el caso después de que familiares y amigos del fallecido cuestionaron si alguien más le había inyectado el narcótico. Reclamaron que no le dieron la importancia debida al caso porque la víctima era un afroestadounidense y el acusado un blanco acaudalado que era amigo de los gobernantes.
El gobierno también presentó pruebas de que Buck incitó a personas a viajar a California desde otros estados para pagarles por sexo. A Moore le compró un boleto de avión para que viajara de Texas a Los Ángeles. Y en septiembre de 2018, pagó el viaje aéreo de otra víctima que estaba en Iowa.
A través de redes sociales, páginas electrónicas de citas y servicios sexuales, referencias de sus víctimas y un “reclutador” que “buscaba hombres” en las calles, este se ponía en contacto con los participantes de sus ‘fiestas sexuales’. Los fiscales dicen que los ganchos eran droga, dinero y un hogar.
Buck espera su castigo en el Centro Metropolitano de Detención de Los Ángeles.