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Inmigración

"Nos vamos porque hemos perdido todo": un nuevo grupo de migrantes hondureños parte rumbo a EEUU

Cerca de dos centenares de hondureños iniciaron la noche del miércoles una caminata rumbo a la frontera con Guatemala, donde las autoridades han instalado un fuerte dispositivo de seguridad que les exigirá documentación en regla y pruebas negativas de covid-19.
14 Ene 2021 – 05:50 AM EST
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Alrededor de 200 migrantes hondureños iniciaron el miércoles en la noche una marcha a pie por una carretera hacia la frontera con Guatemala, dos días antes de la fecha prevista para la salida de una movilización mayor desde San Pedro Sula, convocada por redes sociales.

Los migrantes, entre quienes van mujeres, hombres y niños, se dirigían hacia el punto aduanero de Corinto, fronterizo con Guatemala, con la idea de llegar a Estados Unidos.

"...Nos vamos por el motivo de que hemos perdido todo, uno por lo de la pandemia (de covid-19) y otro por los huracanes que han pasado Iota y Eta (en noviembre)", relató escuetamente al Telenoticiero TN5 una mujer que no se identificó por su nombre, pero que dijo que va con su familia y proceden de El Cajón, departamento de Ocotepeque, colindante con Guatemala.

Agregó que a ella nadie la citó para salir en el grupo, sino que se enteró en la red social Facebook, "porque ahí salen los comunicados".


En efecto, desde el pasado día 1 de enero se ha venido promoviendo en esa red social la primera caravana de inmigrantes hondureños que esperan llegar a Estados Unidos, pese a que autoridades migratorias de ese país, Guatemala y México, han advertido que no permitirán el ingreso de personas que se movilicen de manera irregular.

"Nos vamos a ir, aunque sea despacio", expresó la misma mujer, joven, mientras descansaba sentada a orillas de un bulevar, donde una media hora después continuaron con la caminata.

Los migrantes salieron a pie de la Central Metropolitana de Autobuses de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, la segunda ciudad más importante del país, con una bandera extendida de su país, en azul y blanco.

Unos 75 policías vestidos con equipos antimotines esperaban al grupo un poco más adelante en la vía, a las afueras de la ciudad hondureña. Un agente contó que la intención era frenar a los migrantes por violar el toque de queda impuesto por la pandemia del coronavirus, chequear su documentación y asegurarse de que no viajaban con niños que no fuesen suyos.

Más tarde, los migrantes pararon a pocas millas del lugar donde esperaba la policía y se dispusieron a pasar la noche debajo de un paso elevado de la carretera. Tenían previsto esperar hasta el final del toque de queda, a las 5:00 am, para seguir caminando.

"Llevamos todo, pasaporte y prueba de covid-19"

El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, decretó el miércoles en la noche el “estado de prevención” en la frontera con Honduras. El decreto señaló la amenaza de que los migrantes ingresen al país sin la documentación adecuada y sin pasar los controles por la pandemia. Guatemala exige una prueba negativa de coronavirus para entrar. Más de 2,000 agentes de la policía nacional y soldados esperarán en la frontera, apuntó la declaración.

Ariel Villega, de 35 años y natural de la localidad de Ocotepeque, se unió al grupo con su esposa y su hijo de 10 años con la intención de llegar al paso fronterizo de Corinto y esperar allí la llegada del resto de la caravana.

“Todo lo llevamos, el pasaporte y la prueba de covid-19”, dijo Villega. Se marcha porque no puede encontrar trabajo, apuntó añadiendo que la pandemia y los dos huracanes que azotaron el país en noviembre “nos dejaron en crisis”.

El gobierno de México dijo el miércoles que, junto con otros 10 países de América Central y del Norte, están preocupados por los riesgos de salud que supone el coronavirus entre los migrantes que carecen de la documentación adecuada.

En un comunicado, la Conferencia Regional sobre Migración sugirió que México y Centroamérica podrían seguir rechazando a migrantes en base al riesgo percibido por la pandemia.

El grupo, formado por 11 naciones, “ expresó preocupación por la exposición de los migrantes en situación irregular a situaciones de algo riesgo para su salud y su vida, principalmente durante la emergencia sanitaria”.

Llevar menores en las caravanas implica exponerlos "a los peligros que conlleva el trayecto migratorio irregular, previendo que sean posibles víctimas de delitos asociados a la migración irregular", subraya un comunicado emitido por funcionarios de los cuatro países, luego de una reunión que celebraron en el sector de Corinto.

Desde marzo de 2020, cuando la epidemia comenzó a expandirse en Honduras, 3,320 personas han muerto, mientras que 131,009 han sido contagiadas, según reportes del estatal Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).

El mes pasado, cientos de hondureños trataron de armar una caravana, pero las autoridades los frenaron antes incluso de que pudiesen llegar a la frontera con Guatemala. Otros intentos el año pasado fueron dispersados por las autoridades guatemaltecas antes de entrar a territorio mexicano.

La presión para emigrar no ha hecho más que aumentar en Centroamérica, golpeada por dos huracanes de categoría 4 — Eta e Iota — en noviembre, que devastaron una región que ya luchaba contra la pandemia. Los meteoros destrozaron cultivos, cerraron negocios y dejaron miles de desplazados.

Los migrantes se han mostrado esperanzados con recibir una bienvenida más cálida en la frontera de Estados Unidos con el gobierno del presidente electo Joe Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero.

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