Concesiones del gobierno de Cuba ante las protestas: viajeros podrán llevar alimentos y medicinas sin límites ni aranceles
Con tres días de protestas, los manifestantes cubanos han conseguido ya algunas concesiones del gobierno. Una de ellas la llevaban meses pidiendo los emigrados y ciudadanos de la isla ante el desabastecimiento generalizado: que quienes lleguen de fuera del país puedan llevar alimentos, medicinas y productos de aseo sin limitaciones.
Bajo presión social, las autoridades acordaron "autorizar excepcionalmente y con carácter temporal, la importación por la vía del pasajero, es decir del equipaje acompañante en el viaje, los alimentos, aseos y medicamentos sin límite de valor de importación y libre de pago de aranceles", dijo el primer ministro, Manuel Marrero, en la televisión cubana.
La medida estará vigente al menos hasta el 31 de diciembre de este año y es uno de los intentos del gobierno cubano por calmar las calles de las ciudades y pueblos de la isla, que no vivía unas protestas como las que comenzaron el pasado domingo desde el Periodo Especial en 1994.
El país caribeño asiste a un estallido social favorecido por múltiples factores, entre ellos la grave situación económica, el desabastecimiento, la demanda de libertades políticas y el impulso de las redes sociales.
¿Cómo era hasta ahora la normativa?
Hasta ahora la legislación de Cuba sobre los productos que entran al país en los equipajes de los visitantes se basaba en un complejo sistema de puntos y límites de peso que establece aranceles a los excesos de artículos.
Por ejemplo, en el caso de los medicamentos, se permitía introducir en el país hasta 10 kilogramos libres de aranceles.
Desde el lunes 19 se eliminarán todas esas restricciones en los puntos de entrada a Cuba excepto en los aeropuertos de los turísticos Cayo Coco y Varadero, que son usados habitualmente por turistas.
La flexibilización de esta normativa era una de las demandas de los manifestantes que salieron a la calle estos días al grito de "tenemos hambre", "libertad" y "abajo la dictadura".
¿Servirá para aliviar la grave escasez en la isla?
Está por ver el alcance de los efectos de esta medida, al menos a corto plazo, porque la pandemia del coronavirus ha limitado mucho los vuelos internacionales en la isla. Solo hay unos pocos a la semana, parte de ellos en la ruta La Habana-Madrid, y las conexiones con países del entorno como Estados Unidos, México y Panamá están en mínimos.
El turismo, vital para la economía cubana, es un sector especialmente castigado por las restricciones de movilidad de la pandemia y ha quedado duramente resentido. En estos momentos la isla solamente se encuentra recibiendo turistas provenientes de Rusia, cuyo escaso cumplimiento de las normativas sanitarias han provocado también un alto malestar en la población, que los acusa de ser los causantes del alto índice de contagios en la provincia de Matanzas.
Además, el país ya sentía en sus finanzas las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump, como la suspensión de los envíos de dinero a través de Western Union, y la falta de resultados de algunas medidas emprendidas por el gobierno cubano, como el llamado reordenamiento económico, que llevó a una inflación descontrolada y a una dolarización parcial de la economía.
Los últimos meses han sido los más duros, con gran escasez de alimentos, productos de aseo y medicinas. Con una enorme reducción del número de vuelos, han llegado muchísimos menos artículos traídos desde el exterior por particulares y que acababan en muchos casos comercializados en el mercado informal, según relata l a agencia EFE en La Habana.
La mecha que encendió las protestas
La falta de productos básicos y las continuas interrupciones en el servicio eléctrico fueron precisamente los detonantes de la protesta que prendió todas las demás: la que llevaron a cabo los vecinos de San Antonio de los Baños (al este de La Habana).
Antes, durante este mes, habían comenzado campañas tanto en Cuba como fuera del país para reunir medicinas y buscar modos de enviarlas a la isla, porque además de la crisis material vive una crisis de salud: el peor momento de la pandemia con récord e infectados y muertos y los hospitales desbordados, así como un aumento entre las muertes a causa de enfermedades comunes debido a la escasez de medicamentos.