En un claro intento de desligarse de su predecesor, el presidente Joe Biden apadrinó junto con la Unión Europea un plan internacional para reducir de aquí a finales de la década un 30% sus emisiones de metano, un nocivo gas de efecto invernadero. México no firmó el pacto para poner fin a la deforestación mundial y tampoco lo hicieron Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
Más información aquí.