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Inflación

Cinco gráficos que explican cuánto más cuesta un auto usado, los alimentos, la gasolina...

Los precios al consumidor subieron un 5.4% entre junio del 2020 y junio pasado, su mayor subida desde 2008. Muchos se preguntan si continuarán subiendo con fuerza, mientras el presidente Joe Biden y el jefe de la Reserva Federal insisten en que es algo transitorio. Estos gráficos ayudan a explicar qué ha estado alentando la inflación.
20 Jul 2021 – 03:29 PM EDT
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Una de las preguntas que por estos días muchos se hacen es por cuánto tiempo los precios subirán a su actual ritmo, que en el último año fue del 5.4%, el más acelerado desde 2008.

El presidente Joe Biden y el jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, aseguran que es algo transitorio que en parte pasará cuando se disipe el impacto estadístico de los tiempos del coronavirus. "No puedes volver a 'prender' la economía global sin esperar que esto suceda. Habrá desafíos en la cadena de suministros a medida que se recupera la demanda", dijo el mandatario este lunes.

Congresistas republicanos, sin embargo, afirman que estamos en un período de Bidenflation, un juego entre el apellido del mandatario y la palabra inflación, y que la actual administración debe frenar las ayudas federales.

"Si bien los demócratas catalogan esta inflación como transitoria, los estadounidenses con poco efectivo deberán estirar sus presupuestos en el supermercado para enfrentar estos precios más altos. Es hora de que cesen el gasto de emergencia de los demócratas y sus inagotables cheques del gobierno", dijo el grupo de congresistas que integran el comité de la Cámara Baja conocido como Committee on Ways and Means.

Mientras tanto, algunos economistas de corte conservador opinan que la Reserva Federal puede ir evaluando subir las tasas de interés, que están en niveles históricamente bajos desde que fue declarada la pandemia en el primer trimestre del año pasado.

Pero, ¿qué ha alentado más la inflación?


Una escasez de microchips para computadoras ha puesto en aprietos a los productores de autos, algunos de los cuales han incluso eliminado algunas funciones en sus vehículos que requieren estos chips para poder poner más vehículos en los concesionarios.

Con la pandemia y el frenazo que hubo en las ventas de autos, esos productores optaron por recortar su producción. Y, cuando las personas comenzaron a salir nuevamente, elevar su gasto y la demanda subió, ya había en ciernes un limitado inventario de los chips porque otras empresas, como los fabricantes de computadoras, los habían estado comprando. Eso ha desacelerado la producción de vehículos nuevos y llevado a que algunos se inclinen por comprar un auto usado.


La demanda de combustibles se desplomó en los primeros meses de la pandemia —para ese entonces hubo un día en que los precios del petróleo entraron en terreno negativo— y con ella los precios.

Pero, tan pronto los casos de covid-19 comenzaron a bajar, en parte gracias al arribo de las vacunas, muchos volvieron a las carreteras, de paseo o porque debieron regresar a sus trabajos de forma presencial. Esa mayor demanda ha impulsados los precios de las gasolinas, que expertos anticipan bajarán en el corto plazo con la reciente decisión de los productores clave del grupo OPEP de subir su bombeo.


Con la relajación de las restricciones tras meses de estrictos controles en algunas partes del país han aumentado también los viajes por aire, sobre todo en feriados como el pasado 'Memorial Day', cuando se registró la mayor cantidad de viajeros en los aeropuertos de Estados Unidos desde que comenzó la pandemia.

El alza que eso ha generado en precios de los pasajes aéreos se mantendría durante el verano, la tradicional temporada de viajes y vacaciones.


El incremento en los viajes, sea por aire o tierra, lleva a su vez a un aumento en las estadías en hoteles, cuyos precios subieron casi 17% entre junio del 2020 y junio pasado. Ello ha sido el principal catalizador del alza en los precios de la categoría 'albergues'.

Sin embargo, ese rubro contempla además los precios de los arriendos, que si bien han subido a un ritmo mucho más lento, son los que más impactan de forma sostenida a las personas de bajos recursos. Por el momento sigue en pie una moratoria que las ha blindado ante un posible desalojo, pero ese beneficio vence el 31 de julio y el gobierno ha dicho que no tiene previsto extenderlo por más tiempo.


Los precios de algunos alimentos han subido por el impacto que la pandemia tuvo en la cadena de suministros y, aunque lo han hecho de forma generalizada, los de las frutas y vegetales son los que han registrado el avance más pronunciado, de 3.2% en el último año.

Dentro de esa categoría resalta el alza algo más reciente de los precios de las comida fuera de casa, que como ha ocurrido con otros rubros ha sido azuzada por la relajación de las restricciones por el coronavirus y el regreso gradual a los restaurantes, que por meses debieron permanecer cerrados al público.

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