Cuando hablamos de las obras de arte más importantes de la historia, El nacimiento de Venus es una de las pocas que, de forma instantánea, se nos viene a la cabeza. Pieza insignia del Renacimiento, la obra cumbre del pintor italiano Sandro Botticelli fue uno de los encargos que la familia de los Medici, naturales de Florencia, encomendó al artista a finales del siglo XV (se cree que el cuadro fue finalizado en 1485).