Correos revelados por el grupo Guacamaya confirman que en mayo pasado la policía comunitaria de Tlacotepec, Guerrero, recibió entrenamiento militar de instructores rusos y que su líder, Salvador Alanís Trujillo, presuntamente tiene vínculos con el Cártel de la Sierra. Además, la información robada a la Secretaría de Defensa Nacional constata que el Ejército de México sí compró licencias del software Pegasus, utilizado para espionaje, algo que el gobierno negó en varias ocasiones.
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