El expresidente de Brasil Luiz Inácio 'Lula' da Silva insistió en su inocencia frente a miles de simpatizantes antes de acatar la orden de arresto. Un juez federal brasileño decretó prisión para el exmandatario, condenado a 12 años por corrupción, y le concedió hasta las 5 de la tarde del viernes para entregarse en Curitiba, pero no se presentó.