En apoyo al mexicano Samuel Oliver-Bruno, un grupo de personas, incluyendo pastores religiosos, impidieron el paso del vehículo donde era movilizado el hispano, lo cual generó altercados que terminaron con el arresto de aproximadamente 20 personas. El inmigrante permaneció refugiado en el templo metodista de Carolina del Norte por cerca de un año para evitar una orden deportación por parte de ICE.