FAA afirma que la torre de control debió advertir a avión de Pacific Southwest sobre el helicóptero militar en accidente en Washington DC
El segundo día de audiencias con la Junta Nacional de Seguridad en Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) sobre la investigación del choque en el aire de un avión de Pacific Southwest Airlines y un helicóptero Black Hawk del Ejército, ocurrido en enero y que dejó 67 muertos, reveló que, en opinión de la Administración Federal de Aviación (FAA), no hubo aviso por parte del controlador aéreo a cargo para el avión de pasajeros de que había un helicóptero en su ruta.
Jennifer Homendy, presidenta de la NTSB, lideró la audiencia que investiga la colisión. Allí consultó a Nick Fuller, director adjunto de operaciones en funciones de la FAA, sobre si "¿debería el controlador local haber avisado a la tripulación del avión de Pacific de que había un helicóptero allí?", a lo que Fuller respondió que sí, lo que sería la primera vez que la FAA reconoce un posible error por parte de los controladores en la colisión
La sesión del jueves de la investigación sacó a la luz que es usual para los pilotos aéreos confiar en la separación visual —básicamente, en su capacidad visual— para volar, tal y como lo hizo el piloto del Black Hawk la noche del accidente.
Y los oficiales de la FAA tambén indicaron que los controladores se apoyan fuertemente en la capacidad de los pilotos para determinar la separación visual como mecanismo para gestionar el complejo espacio aéreo, con tantos aviones volando alrededor de Washington DC.
Pero Rick Dressler, funcionario del operador de evacuaciones médicas Metro Aviation, dijo a la junta que es difícil identificar otras aeronaves en el cielo nocturno en torno al aeropuerto nacional Ronald Reagan, especialmente si se desconecta un sistema de localización a bordo, como hacían habitualmente los helicópteros del Ejército.
Dressler dijo que él y otros pilotos de helicópteros civiles llevan mucho tiempo preocupados por los helicópteros militares que vuelan alrededor del aeropuerto Reagan.
"No me gusta decir esto. Lo diré de nuevo para que conste en acta", dijo Dressler, antiguo aviador del Ejército y oficial retirado de las Fuerzas Aéreas. "Hablo en nombre de mi grupo. Todos nos sentimos muy incómodos cuando operan esas dos unidades".
El Departamento de Defensa remitió las preguntas sobre el testimonio del jueves al Ejército, que no respondió de inmediato.
La Fuerza Aérea tampoco respondió de inmediato a las preguntas sobre las declaraciones de Dressler.
Los últimos momentos del Black Hawk
Durante la audiencia se publicaron las comunicaciones del helicóptero militar. Los pilotos del Black Hawk informaron dos veces al controlador de que tenían el avión a la vista y que mantendrían la distancia adecuada. Sin embargo, cuando el controlador ordenó a los pilotos que «pasaran por detrás» del avión, la tripulación no escuchó la instrucción porque en ese momento se había pulsado la tecla del micrófono del helicóptero.
Justo antes de la colisión, el piloto instructor del helicóptero pidió al piloto que se desviara hacia la izquierda. Pero no estaba claro si el piloto tuvo tiempo de maniobrar. "Desvíese un poco hacia la izquierda, señora", dijo el instructor. El piloto respondió: "Claro".
Durante el primer día de audiencia, este miércoles la autoridad del transporte reveló que durante la colisión en el aire la aeronave militar volaba más alto de lo que debería y que las lecturas de altitud eran inexactas.
En esa misma jornada los investigadores destacaron las advertencias que recibió la FAA sobre el tráfico de helicópteros en los años anteriores a la colisión. Homendy instó a la FAA a "arreglarlo, hacerlo mejor".
La presidenta de la Junta también recordó a todos los testigos de la FAA y el Ejército que están protegidos por leyes para informantes, conminándolos a decir lo que supieran sobre lo ocurrido, luego de que durante la sesión un supervisor de la FAA golpeó con su codo a un subordinado durante su testimonio.
Preocupaciones sobre el personal disponible
James Jarvis, un experto en tráfico aéreo, dijo que en 2022 hizo una evaluación del aeropuerto Ronald Reagan, que no cumplió con 33 puntos, y que no se continuó para ayudar a la mejora de la actividad.
Aseguró que estaba preocupado por los niveles del persona, particularmente por la falta de personal de apoyo que ayudara a que el personal de tráfico aéreo mantuviero su foco en lo esencial.
"En un momento dado me dijeron que dejara de sacar el tema", dijo Jarvis, que trabaja para Leidos, un contratista de la FAA.
La mayoría de los funcionarios de la FAA que testificaron el jueves coincidieron en que la agencia debe escuchar mejor las preocupaciones e ideas de sus controladores.
En respuesta a los comentarios de Jarvis, la FAA afirmó en un comunicado que había "sobrealimentado el proceso de contratación de controladores aéreos, recortando meses del proceso e incentivando a los nuevos reclutas con primas, lo que ha dado lugar al mes de julio más ajetreado de la historia de la Academia de la FAA".
El controlador aéreo que supervisaba el tráfico durante la colisión dijo que el volumen era de cuatro en una escala de cinco puntos. Pero la persona dijo que la situación era sólo moderadamente compleja y se hizo menos exigente a medida que salían más vuelos.
El avión de American Airlines llegó desde Wichita, Kansas, con un grupo de jóvenes patinadores artísticos de élite, sus padres y entrenadores, y cuatro instaladores de tuberías del área de Washington, entre otros pasajeros.
La colisión fue el accidente aéreo más mortífero del país desde noviembre de 2001 y fue el primero de una serie de accidentes y cuasi accidentes este año, a pesar de que las estadísticas siguen mostrando que volar sigue siendo el medio de transporte más seguro.
Es demasiado pronto para que la junta identifique la causa exacta del accidente. El informe final de la junta no se publicará hasta algún momento del próximo año.
Con información de AP
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