Disney lo despidió y aún así fue el mejor Genio: la mágica historia de Robin Williams
Antes de que Disney se empecinara en realizar un live-action por cada película animada exitosa de su repertorio y antes de que Will Smith se convirtiera en una imagen digna de nuestras pesadillas, según lo visto en el tráiler reciente, el Genio de Aladdin fue interpretado por un actor de talento y carisma legendarios: Robin Williams.
Un artista reconocido por la crítica y amado por el público, capaz de interpretar papeles dramáticos dignos de un premio de La Academia como, también, de ofrecernos personajes icónicos de la talla de Mrs. Doubtfire o Popeye, sin embargo, uno de los personajes que marcó su carrera —para bien y para mal— fue el casi-todopoderoso Genio de la lámpara.
Desde un principio, el azul personaje que acompañaría a Aladdin fue pensado para Robin Williams; de hecho, varias de las escenas prototipo se crearon en base a clips de algunas comedias o stand up que Robin protagonizó. No obstante, se le dio libertad creativa para hacer con el personaje según considerase necesario, siendo el resultado lo visto en la película: un Genio de la lámpara histriónico, hiperactivo y hábil en la imitación de otros personajes de la cultura pop de la época.
El éxito de este Genio no tardó en llegar, pero no todo fue magia para el 'genio' de Williams. Robin había elevado ciertos requisitos exclusivos a Disney, los cuales determinaban su participación; entre ellos figuraba la que decidió el futuro del actor y su relación con Disney:
- Que su imagen no fuese utilizada de forma desmedida, ya que otra película en la que había trabajado por mucho tiempo, Toys, podía ser boicoteada si Aladdin recibía más atención. En otras palabras, su voz y nombre no debían ser usados para promocionar Aladdin, sin embargo, Disney ancló 25% de su estrategia de difusión sobre Robin Williams de una manera totalmente arbitraria e irrespetuosa.
Efectivamente, Toys fue un fracaso en taquilla y Aladdin rompió todos los récords del año, enojando a Williams. Disney se había burlado de Robin y este no perdonó lo sucedido, alejándose de todo contenido producido por la casa de Mickey Mouse, aun si esta LE COMPRÓ UN PICASSO ORIGINAL VALUADO EN UN MILLÓN DE DÓLARES.
El rencor duro años. Robin ignoró a Disney en varios discursos de aceptación de premios, aunque sí mencionó a Jeffrey Katzenberg, responsable del éxito de Disney en la época al vil precio del despotismo. Mucho tiempo después, Williams aceptó volver al papel solo si se utilizaba al personaje para contenido didáctico, siendo la última incursión del actor en un videojuego sobre matemáticas, contenido que se alejaba bastante del que nos tenía acostumbrados.
Tanto serie animada como contenido exclusivo posterior a la película fueron doblados por Dan Castellaneta, comediante que da vida a Homer Simpson, entre otros; no obstante, nadie pudo ni podrá superar el inconmensurable talento de Robin Williams, ni siquiera el carisma de Will Smith, quien, de momento, nos demostró que ese azul le sienta fatal.
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