La remolacha puede ser un sustituto de las papas, una raíz para darle sabor y color a tu próxima ensalada. Acompáñala con un toque de estragón y aceite de oliva.
El molcajete es una herramienta de piedra equivalente al mortero. En él se pueden moler especias y preparar las salsas rústicas que dan sabor a muchos platos de cocina mexicana.
El elote asado, con el respectivo toque de picante, es un snack callejero por excelencia. Aquí te mostramos cómo reproducirlo en casa con la ayuda de una parrilla y (mucha) mantequilla.
Nunca pasarán de moda, puedes prepararlos en casa, admiten variaciones según gustos y valen lo mismo para un desayuno que para un almuerzo o una cena. Sí: podrías comer esto todos los días (y ser muy feliz).
El problema al rebanar quesos cremosos con cuchillo son los grandes trozos de queso que se quedan pegados al metal. Para conseguir rebanadas perfectas sólo tienes que sustituir el filo por hilo dental. De nada.
Ya sea que se preparen con tortillas de maíz o de harina, este plato admite casi cualquier relleno con garantía de éxito. Estas cinco son clásicas en las cocinas mexicanas.
Sí, tu parrilla se puede convertir en un horno. Para hacer este postre sólo necesitas una tapa, una sartén de hierro colado y frutas de temporada como las zarzamoras.
Los rodizios popularizaron este trozo de carne. La clave para prepararlo radica en conservar la gruesa capa de grasa que lo rodea para formar una buena costra. Aquí los detalles.