María Payán, una inmigrante que trabajaba como lavaplatos en el restaurante Abu Kabob, denunció ante la Policía de Pasadena que le prestó $10,000 a su exjefe y que este le entregó un cheque sin fondos. Sin embargo, cuando acudió a las autoridades, no recibió el apoyo que esperaba. "Estos oficiales hubieran hecho maromas para atender a una rubia con ojos azules, pero a una joven migrante que no domina el inglés la van a menospreciar", dijo Luis Carrillo, abogado de la víctima, quien entabló una queja formal.