Una parte del Templo Mayor, un sitio arqueológico clave para entender la historia de Tenochtitlán, sufrió los daños de la fuerte granizada que cayó la tarde del miércoles en la capital mexicana, con el colapso de una parte de su techo. Además, se registró caída de bardas y estructuras, así como caos vial e interrupción en las operaciones del metro.