Por:
Rocío Reséndiz, una de las sobrevivientes del suceso, cuenta que al ver a vecinos regresar con recipientes llenos de gasolina decidió ir con su cónyuge al lugar, pero él no quería. Dice que en el momento de la detonación no evidenció la gravedad de las heridas de su marido, quien falleció un día después en el hospital. Precisa que no culpa al gobierno por lo sucedido ya que nadie los obligó a ir a la zona.