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La cerveza fue clave para que antiguas civilizaciones subsistieran: arqueólogos explican por qué

Publicado 1 May 2019 – 01:00 PM EDT | Actualizado 1 May 2019 – 01:00 PM EDT
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Cabe aclarar, antes que nada, que la cerveza y el consumo de alcohol en general es perjudicial para la salud.

Pero también es innegable que resulta imposible atravesar la vida sin exponerse o someterse a elementos que en mayor o menor medida la perjudican, y en el caso del alcohol, al menos, se ha comprobado el importante papel que cumple en la sociedad.

Ciertamente no es nada nuevo el concepto. No está claro quién acuñó el concepto de «lubricante social» pero su uso ya es bastante extendido aplicado al alcohol (y a otras cosas placenteras, es decir poco saludables, como el café y el tabaco).

Pero ahora hay nueva evidencia obtenida por arqueólogos, que se remonta a una antigua civilización andina que construyó un imperio contando con un arma inesperada pero muy efectiva: cerveza a base de maíz.

La cultura Wari y su gusto por la cerveza

El imperio incaico fue el mayor imperio en la América precolombina, pero duró apenas un siglo, aproximadamente. Claro que tuvo el percance de la llegada de los conquistadores españoles, con Francisco Pizarro a la cabeza.

La única otra cultura que alcanzó un rango de imperio en América del Sur fueron los Wari, precursores de los Inca, que llegaron a controlar un enorme pedazo de tierra en lo que hoy sería Perú, desde los Andes hasta la costa del Pacífico.

A diferencia de los Inca, los Wari florecieron por seis siglos, entre el siglo VII y el XIII d. C.

«Todavía estamos intentando entender cómo fue que la civilización Wari se sostuvo por tanto tiempo» reveló el arqueólogo Ryan Williams del Field Museum de Chicago.

La respuesta, como ya habrán sospechado, incluye la cerveza.

Los Wari no tuvieron contacto con los españoles ni con el resto de Europa —desaparecieron antes— y no tenían lenguaje escrito, por lo que los estudios arqueológicos es la única forma de conocer más sobre su cultura y su civilización. Algunos de los datos más relevantes y significativos de los Wari se han descubierto bastante recientemente, como el verdadero alcance que tuvo su imperio.

Ahora, nuevas excavaciones arqueológicas en diferentes sitios mostraron un elemento en común: cervecerías. Estas sí que eran artesanales.

Aparentemente los Wari no solamente fabricaban y bebían mucha cerveza, sino que además la bebida jugó un papel fundamental en la expansión de su imperio, uniendo en torno a ella grupos dispersos y diversos a lo largo de su territorio.

«Cuando una civilización se reúne para beber, se mantiene unida» sostiene el artículo de Popular Science que difundió el estudio arqueológico.

Los investigadores descubrieron que las fábricas de cerveza, hecha en base a maíz, eran principalmente mujeres. Los Wari mostraron notorios avances también en áreas como la agricultura, la arquitectura y el arte, en las que quizá predominaba la presencia masculina, dejando a las mujeres a cargo de sus cervecerías

«Las instituciones creadas a partir de la fabricación y el consumo de cerveza tuvieron un papel importante en el surgimiento de lazos que unen a la sociedad» explicó el arqueólogo.

Muchas civilizaciones desarrollaron la producción de bebidas alcohólicas incluso, en muchos casos, antes de la creación de un lenguaje escrito. Los tempranos homínidos, creen los arqueólogos, comenzaron a descubrir las bondades de las bebidas fermentadas comiendo frutas que se caían de los árboles y fermentaban por sí solas.

Un estudio arqueológico en una cueva de Israel probó que la cultura natufiense, una antigua civilización semi sedentaria, estaba produciendo cerveza en base a cereales hace 13.000 años, milenios antes del desarrollo de cultivos doméstico de cereales para comer, que fue un cambio social y tecnológico muy relevante en la historia humana.

Los Wari producían lo que hoy se conoce como «chicha», una bebida similar a la cerveza originada en la fermentación no destilada del maíz.

Los arqueólogos descubrieron una importante fábrica de cerveza en Cerro Baúl, la mejor preservada hasta ahora, que sobrevivió los problemas sociales y climáticos que provocaron el ocaso de la cultura Wari. Creen que en ella se producían entre 1500 y 2000 litros de bebida en pocos días, y que luego se organizaban grandes festivales en los que se consumía.

La importancia de esto en la subsistencia de los Wari, se explica también por la imposibilidad que surgió de mantener esta producción en tiempos de crisis política y climática, lo que eventualmente condujo a su desaparición.

«Cuando el estado Wari colapsó» explica el arqueólogo Ryan Williams, «no quedaron grandes fábricas de cerveza allí. La gente comenzó a moverse hacia lugares más pequeños, a aldeas en las montañas, y comenzaron a dividirse y luchar entre sí».

Fue principalmente la sequía la que comenzó a determinar la desaparición de los Wari.

Alrededor del siglo X, los arqueólogos ubican una gran caída en la población. Las construcciones se detuvieron y los grupos rivales enfrentados con violencia terminaron por colapsar las estructuras que sostenían esa civilización.

El aspecto comunitario dejó de existir y, sobre todo, dejaron de tomar cerveza juntos.

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