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Coronavirus

“Era una fiesta pequeña”: adolescente contrae coronavirus en cumpleaños y contagia a toda su familia

Lupita Reyes pensó que asistir a la fiesta de cumpleaños de su amiga, a la que tenía meses sin ver, era una buena idea. El evento tenía menos de 10 personas, pero por bajar la guardia su familia entera resultó infectada de coronavirus.
7 Ago 2020 – 04:18 PM EDT
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OAKLAND, California. – Una inofensiva reunión de cumpleaños se convirtió en una pesadilla para una familia hispana de Oakland en la que todos sus miembros de contagiaron de coronavirus.

En la mayor parte del Área de la Bahía los latinos están siendo afectados de manera desproporcionada por la pandemia de covid-19. Las autoridades de salud coinciden que el hacinamiento en las viviendas, los problemas de salud crónicos y el hecho de que muchos hispanos trabajan en empleos esenciales son factores que contribuyen a la alta tasa de contagios en este sector de la población.

Pero entre la comunidad latina también existen quienes que siguen sin creer en que el coronavirus es real y los que no obedecen al pie de la letra los mandatos de salud locales y, por ende, desdeñando el uso de cubrebocas y las prácticas de distanciamiento social.

De junio a la fecha, los casos de covid-19 se han triplicado en el condado de Alameda y Oakland ha sido la ciudad más afectada, con el 65% de los contagios entre personas de 18 y 50 años. “Las reuniones sociales juegan un papel mucho mayor del que creíamos (en el índice de infecciones)”, dijo el doctor Nick Moss, oficial de salud del condado.

La familia Reyes vivió en carne propia los efectos del virus y todo por un descuido.

“Es una pesadilla, es un monstruo. Llegar a pensar que tal vez te puedas morir es algo muy fuerte”, cuenta Zulema Reyes, quien sobrevivió al coronavirus, pero ahora enfrenta secuelas como la falta de olfato.

“Tosía y sentí que se me iba a desgarrar (la garganta). Para toser me dolía todo. Para respirar también”, señala la residente de Oakland. Su hija, Lupita, había asistido días antes una reunión en la casa de una de sus amigas, en la que según estuvieron apenas ocho personas.

“Yo fui porque era el cumpleaños de mi amiga y tenía mucho que no la miraba. Era un fiesta pequeña, solo era como partir el pastel y comer pizza. Ahí estábamos platicando que teníamos mucho tiempo que no nos veíamos”, dice Lupita, de 16 años.

Para la familia Reyes parecía un ambiente seguro, pues todos se tenían confianza y se conocían, uno de los principales argumentos entre quienes suelen bajar la guardia en las medidas para prevenir los contagios de coronavirus.

El condado de Alameda permite reuniones de un máximo de 12 personas siempre y cuando pertenezcan a la misma “burbuja social”, la cual puede estar conformada por personas de hasta tres distintos núcleos familiares. Sin embargo, advierten que los residentes solo pueden pertenecer a una burbuja social a la vez por lo menos durante un periodo de tres semanas.

Pero la fiesta de adolescentes a la que asistió Lupita le salió cara a toda la familia. Ella, su madre y la pareja de ésta estuvieron batallando durante mes y medio con los síntomas del coronavirus. Todo por un descuido.

“No valió la pena y por lo que vivimos creo que no vale la pena exponerse”, cuenta arrepentida la menor de edad.

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Este es el motivo por el cual están aumentando los casos de coronavirus entre los latinos en San Francisco

Zulema confiesa que en su familia no estaban completamente convencidos de que el coronavirus fuera algo real, pero asegura que han aprendido la lección. Ahora comparten su experiencia para que otros, principalmente dentro de la comunidad hispana, no bajen la guardia y se conviertan en una estadística más de los contagios de covid-19 en la Bahía de San Francisco.

“Fue una irresponsabilidad porque todo el mundo cree que no es verdad, que no les va a pasar. Pero sí, sí está pasando. Primero no creíamos. Decíamos que ‘es el gobierno o algo así’, pero sí pasa. Sí es verdad todo lo que dicen en las noticias”, advierte Zulema.

Los Pérez son otra familia de Oakland que corrió con la misma suerte. Herlindo, el padre de familia, contagió a su esposa y sus dos hijos luego de contraer el virus de un compañero del almacén el que trabaja en Oakland.

“Ahí en terapia intensiva nadie te puede ver. Ahí estás solo. El sobrevivir el coronavirus es un milagro, no todas las personas se recuperan, entonces hay que crear conciencia de que tenemos que cuidar a nuestra familia”, dice Herlindo luego de estar hospitalizado por tres semanas.

En su hogar la situación fue complicada. Eli, su esposa, también se contagió y al mismo tiempo tenía que cuidar a sus dos hijos menores de edad.

“Que te digan ‘mamá, me duele la cabeza, mamá me siento mal’ y no poderse levantar a darles una medicina porque tú también te estás sintiendo mal. Es completamente frustrante como mamá el no poder ayudar a tus hijos porque tú estás mal”, cuenta Eli.

Tanto los Reyes como los Pérez continúan sufriendo los estragos del coronavirus, que les dejó secuelas como la fatiga extrema y la falta de olfato, pero ambas coindicen en la importancia que las familias latinas sigan las recomendaciones de las autoridades durante esta pandemia.

Sigue nuestra cobertura sobre la pandemia y encuentra los recursos que ofrecen las autoridades y las organizaciones no lucrativas para sobrevivir a la crisis del coronavirus:

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