Las 5 peores series de HBO
HBO se ha ganado una reputación bien merecida que, a grandes rasgos, indica que cualquier serie que sea emitida por esta cadena tiene un sello de calidad innegable.
Sobre todo en lo que respecta a series dramáticas, HBO lideró el camino a la nueva era dorada de la televisión con Oz, The Sopranos, The Wire y Six Feet Under, que se hicieron eco del famoso slogan de la cadena —«no es televisión, es HBO»— y eran, en efecto, muy distintas y mucho más cautivantes que todo el resto de las series.
Pero hablar de grandes series de HBO es muy fácil. La buena reputación antes mencionada es tan bien ganada que se hace difícil encontrar en toda la programación de la cadena series que sean decididamente malas.
Hay muchas con defectos y fallas, claro que sí, mayores o menores; otras que no lograron enganchar al público porque le faltaba algo de chispa o de inventiva y originalidad; algunas que se estiraron más de lo debido y otras que estuvieron más o menos bien pero no tenían ese no sé qué que hace que una serie se vuelva inolvidable.
Algunas de estas son las que les traemos a continuación. Estas son las 5 peores series de HBO.
#5 Lucky Louie (Una temporada, 2006)
Mucho antes de que Louie C.K. renovara todo el género de las sitcom haciendo una tan única e inclasificable como Louie (recientemente renovada por una temporada 5 en FX), este brillante comediante y guionista intentó realizar una sitcom más que tradicional y con un estilo clásico, filmada en frente a una audiencia en vivo y centrada en una familia de la clase trabajadora y sus vidas cotidianas, de manera similar a otras populares sitcoms como All in the Family o Roseanne.
La irreverencia y originalidad de Louie C.K. es apenas percibida temáticamente y en algunos fragmentos del diálogo (luego reconstruidos para algunos de sus más memorables shows de stand up), pero la serie quedó demasiado atada al formato y no logró despegarse.
#4 John From Cincinnati (Una temporada, 2007)
Tras la cancelación de Deadwood, una serie genial, aclamada por la crítica pero cancelada debido a bajos ratings tras su tercera temporada, el creador David Milch aunó sus esfuerzos con el escritor Kem Nunn, especialista en el mundo del surf californiano, y dieron a luz a esta serie dramática centrada en un misterioso joven y su disfuncional comunidad de surfers.
Más allá de las hermosas secuencias de imágenes del mar, las olas y las playas de la Imperial Beach de California, la serie incluyó una serie de personajes antipáticos y un molesto misticismo que la hicieron más bien tediosa y aburrida.
#3 Entourage (8 temporadas, 2004-2011)
Con una premisa inspirada en la vida personal de Mark Wahlberg, productor ejecutivo de la serie, Entourage se centraba en las aventuras de un joven actor de primer nivel en Hollywood, y sus amigos de la infancia, que viajaron desde Nueva York para acompañarlo en su sueño de ser una estrella.
Si bien tuvo unas primeras temporadas muy divertidas y disfrutables, rápidamente se fue apagando y volviéndose repetitiva, para entregar unas últimas temporadas que dejaron mucho que desear.
#2 Bored to Death (3 temporadas, 2009-2011)
Con un elenco notable ( Jason Schwartzman, Zack Galifianakis, Ted Danson) y una premisa muy atractiva, la de un escritor de Nueva York cuyo segundo empleo es oficiar como detective privado, Bored to Death tenía un enorme potencial que, lamentablemente, fue casi completamente desaprovechado.
Tiene sus grandes momentos y algunos detalles realmente interesantes, además de las interpretaciones del elenco principal, pero Bored to Death está lejos de alcanzar el nivel de otras grandes comedias de HBO.
#1 The Newsroom (3 temporadas, 2012-2014)
Me consta que a mucha gente le gusta The Newsroom, pero ésta es para mi la mayor decepción de HBO en los últimos años.
Jeff Daniels hace un gran trabajo interpretando al presentador estrella del canal ficticio de noticias ACN, al igual que Emily Mortimer en el de la productora, pero la promesa de que la pluma de Aaron Sorkin podía crear una serie con alto contenido político, con agudas críticas y reflexiones de tono social y de actualidad, enmarcadas en sus ya clásicos diálogos trepidantes y frenéticos monólogos, resultaron enormemente infundadas.
Toda la serie tiene un tono burdo, aleccionador y paternalista, mientras que la historia está ambientada en un mundo simple e idealista, carente de las complejidades del mundo real, lo que vuelve infundadas y ridículas las poco sutiles críticas a los medios de comunicación.
Por si todo esto fuera poco, se le suman tramas de romance muy poco creíbles o directamente exasperantes, y personajes secundarios bastante estúpidos.