Decorar una habitación infantil resulta a veces una labor un tanto complicada, pues puede ser difícil lograr que los elementos alegres y personalizados se conjuguen para crear un espacio que invite al descanso, pero que no por esto sea aburrida o estrictamente funcional. La decoración infantil debe reflejar el espíritu propio de esa edad, es decir que, aunque sea un espacio relajante, brinde las herramientas para que el niño se sienta identificado con el espacio y se ajuste a sus gustos y necesidades, mientras resulta estéticamente armonioso.