Centenares de expresos políticos participaron de la ceremonia religiosa realizada en la Catedral de Managua, la cual estuvo rodeada por la policía. Después de la misa, un grupo de ciudadanos realizó una manifestación e intentó salir a las calles, pero fueron reprimidos por agentes antimotines, quienes les dispararon bombas aturdidoras. Previo al evento, un joven denunció que oficiales lo agredieron por encontrarle una bandera azul y blanco.