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Familia de hispano muerto por la policía introduce demanda por $2.5 millones

El anuncio fue hecho por Mario Herrera, hermano de la víctima. La familia alega que los oficiales, a quienes señalan como pobremente entrenados, empeoraron la situación al perseguir innecesariamente a Peña-Valencia, y luego usar fuerza excesiva.
6 May 2021 – 08:58 PM EDT
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Mario Herrera, hermano de Bryan Peña Valencia, abraza al hijo de este frente a su mural conmemorativo. Crédito: Familia Herrera

La familia de Bryan Peña-Valencia, el hombre de 28 años de edad muerto a tiros por un agente del Departamento Unificado de Policía del Gran Salt Lake en marzo de 2020, introdujo una demanda por 2.5 millones de dólares contra el departamento, así como contra los oficiales que se vieron involucrados en el incidente que acabó con la vida de Peña-Valencia. La Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Salt Lake dictaminó que el tiroteo que acabó con la vida de Peña-Valencia no había tenido justificación legal.

El anuncio fue hecho el miércoles por Mario Herrera, hermano de Peña-Valencia, junto con su abogado, Robert Sykes. La familia alega que los oficiales, a quienes señalan como pobremente entrenados, empeoraron la situación al perseguir innecesariamente a Peña-Valencia, y luego usar fuerza excesiva al dispararle cinco veces, cuando ya estaba en el suelo.


El suceso que terminó en la muerte de Peña-Valencia ocurrió el 21 de marzo de 2020, cuando cuatro oficiales que respondían a un reporte de disparos cerca de 6200 S. Bangerter Highway, se acercaron para interrogar al conductor de un automóvil que estaba en el área. Según el informe de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Salt Lake, el vehículo aceleró, se estrelló a poca distancia y Peña Valencia, su conductor, se dio a la fuga a pie.

Los oficiales sin embargo, estaban tras la pista de un camión, que era el vehículo descrito en el reporte del tiroteo, y no de un automóvil, por lo que la familia alega que no había razón para que los oficiales continuaran persiguiendo a Peña-Valencia.

De hecho, la demanda alega que “no había ninguna razón para que Flores siguiera persiguiendo a Bryan hasta el patio trasero de una residencia privada debido a una posible acusación de delito menor”, refiriéndose a Omar Flores, el oficial que acribilló a balazos a Peña-Valencia.

El informe de la fiscalía indica que Flores persiguió a Peña-Valencia trepando una cerca cuando se cree que la cámara corporal cayó de su uniforme. La familia sostiene que Flores apagó la cámara corporal intencionalmente para eliminar pruebas. Tanto la fiscalía como la familia están de acuerdo en que una vez acorralado Peña-Valencia se rindió verbalmente y le pidió calma al oficial, pero mientras la familia dice que Peña-Valencia obedeció a los oficiales la policía alega que no obedeció y mantuvo las manos cerca de la cintura.

Después de que un segundo oficial que responde al nombre de Shane Scrivner se sumó a la escena, la confrontación se hizo aún más tensa. El informe de la fiscalía indica que Flores declaró que “gritó lo más fuerte que pudo: '¡Muéstranos las manos o disparamos!', el informe continúa diciendo que “Flores dijo que el hombre 'no obedeció y rápidamente movió ambas manos hacia el lado izquierdo de esta cintura”. “Pensé o creí que estaba buscando un arma de fuego y me dispararía. Temí que dispararía a mi compañero”, continúa la declaración de Flores.

Sin embargo, la familia alega en la demanda que “Bryan mantuvo las manos en alto, por lo que era obvio que no buscaba nada en su ropa”, y añade que “cumplió por completo y no resistió esta detención inicial ni fue agresivo de ninguna manera”.

La familia también alega que Peña-Valencia, quien no estaba armado, estaba confundido y aturdido por las órdenes contradictorias que recibía de los agentes, y cree podría haber estado en el proceso de tirarse al suelo cuando finalmente le dispararon.

La autopsia determinó que Peña-Valencia recibió seis disparos, los cuales fueron hechos en su totalidad por Flores, pero también dijo "tenía los brazos hacia abajo y a los lados del cuerpo y no levantados cuando le dispararon". La familia dice que cinco de esos disparos fueron hechos cuando él ya estaba en el suelo.

El fiscal de distrito de Salt Lake Sim Gill dictaminó que Flores, no tenía justificación legal para usar fuerza letal, pero aún así se negó a acusar criminalmente al oficial.


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