Mal de montaña: síntomas, consecuencias y cómo prevenirlo
Es un padecimiento que sufren sobre todo aquellas personas que se dedican a actividades como el alpinismo o la escalada; pero también, pueden tener sus efectos de forma habitual aquellas personas que viven a mucha altura. Conoce de qué se trata el mal de montaña y cómo evitarlo.
¿Qué es el mal de montaña?
Cuando se asciende a una altura mayor de 2 mil metros, el oxígeno del cuerpo se ve reducido, provocando lo que se conoce también como mal de altura. No es algo para restarle importancia, ya que puede provocar la muerte o problemas en los pulmones y el cerebro.
Las personas que tienen más riesgo de padecer mal de montaña son los niños y los adultos mayores; aunque también aquellas personas que consumen drogas o alcohol en exceso, así como quienes tienen sobrepeso, fatiga o enfermedades crónicas.
Siempre se debe a la misma causa, y es que cuanto más rápido se asciende, más oxígeno necesitamos para respirar, aunque también puede ser el resultado de bajas temperaturas. La falta de oxígeno se llama hipoxia.
Cuando se superan los 5 mil metros de altura es necesario el consumo de oxígeno embotellado; pero hasta los 3 mil metros es posible que el cuerpo poco a poco consiga adaptarse.
Los síntomas del mal de montaña
- Cansancio
- Náuseas
- Hinchazón de cara y manos
- Dificultad para dormir
- Dolores de cabeza
Algunos especialistas recomiendan realizar algo de ejercicio moderado para adaptarse antes a la cantidad de oxígeno existente; sin embargo, otros están en contra de esta práctica. Luego de unos días, por lo general todos se adaptan.
Hay síntomas que pueden indicar seriedad en el mal de altura, provocando, por ejemplo, un edema cerebral, que puede tener lugar entre uno y tres días luego de haber realizado el ascenso. Estos son:
- Intenso dolor de cabeza
- Confusión
- Alucinaciones
- Tropiezos
Cómo prevenir el mal de montaña
- Muchas veces, si se continúa a la misma altura, luego de descansar y al cabo de dos días los síntomas remiten. Hay remedios como el acetazolamida, que pueden ayudar a reducirlos; mientras que los analgésicos se administran para evitar o calmar el dolor de cabeza.
- Cuando se tiene mal de altura, lo más recomendable es bajar poco a poco a menor altitud, luego reposar y suministrar oxígeno adicional.
- Lo ideal es ascender de forma lenta y realizar pequeños descansos para no subir de golpe; y no subir más de 900 metros el primer día.
- En caso de sentir cansancio, es conveniente ir más lento.
- Cada tres días, hay que pernoctar dos noches a la misma altura.
- Una vez llegada a la cima, es mejor tomarse un día para descansar, así favorecerás el ajuste del cuerpo.
- Mantente hidratada y no consumas alcohol, ni pastillas para dormir
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