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Articulaciones

Lo que ocurre cuando crujimos los dedos

Publicado 7 Oct 2016 – 10:49 AM EDT | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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Crujirse los dedos es un hábito que tienen muchas personas, incluso si desde siempre hemos escuchado que esto podría provocar problemas en las articulaciones, como por ejemplo, la artritis.

Este hábito genera un cierto placer y muchas personas lo hacen varias veces al día, sin pensar en las posibles consecuencias.

¿Por qué los dedos crujen?

Las articulaciones son el punto donde los huesos se encuentran y se unen. Todas las articulaciones contienen una zona llamada cápsula articular, que los protege y que contiene un lubricante natural llamado líquido sinovial, necesario para el movimiento de las articulaciones.

Es precisamente este líquido el que influye en el famoso “crujido”, puesto que hay aire en el interior de este, y en el momento de cruzar las juntas, la articulación se separa y amplía el espacio del interior de la cápsula articular, provocando que los gases disueltos formen burbujas para ocupar el nuevo espacio creado.

Ejerciendo una fuerza sobre las uniones, las burbujas formadas se escapan rápidamente, de ahí el sonido característico de los crujidos.

Después del crujido, no es posible repetir la acción inmediatamente, puesto que las articulaciones deben tomar su tamaño normal y los gases deben disolverse en el líquido.

Es posible reproducir este crujido unos 15 minutos más tarde.

¿Por qué a algunas personas les gusta crujirse los dedos?

Los expertos aseguran que el hecho de crujirse los dedos puede ser un hábito nervioso. Sin embargo, esto puede ser un hábito que produzca placer puesto que tirando sobre las articulaciones, las terminaciones nerviosas de la zona se ven estimuladas.

Entre el 25% y el 54% de las personas tienen esta costumbre, y conviene saber que sería más frecuente en hombre que en mujeres.

Lo que ocurre cuando se crujen los dedos

Muchas personas tienen esta mala costumbre de crujirse los dedos de manera frecuente, y esto puede generar molestias en su entorno. Varios estudios sugieren que crujirse los dedos puede generar artritis, inestabilidad a nivel de las articulaciones y una pérdida de fuerza y de las funciones de la mano.

Desde un punto de vista científico, el hecho de crujirse con frecuencia los dedos podría dañar el cartílago que cubre la articulación. Sin embargo, no existen evidencias suficientes que demuestren que este hábito puede ser nocivo para la circulación sanguínea.

Más información: Amelioretasante

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