¿Te dicen que ya estás "quedada"? Diane Keaton lleva 35 años sin novio y sus palabras te encantarán
No importa cuántos años tengas ni qué metas tengas, nadie, absolutamente NADIE se alegra al escuchar la frase: «Oye, ya estás "quedada", ¿eh?». A veces pareciera que la humanidad es una especie de arca de Noé en la que, si no tienes a tu pareja, te morirás ahogada en el diluvio. Pero esto no es cierto y Diane Keaton es un excelente ejemplo de ello. (De hecho, podría ser que sigas soltera por ser demasiado fabulosa).
Estar en una relación y luego casarse se plantea como la evolución natural de la vida. Pero no seguir este camino o recorrerlo años más tarde de lo que imaginabas para nada es un signo de fracaso. Sólo mira a Diane Keaton: a sus 73 años nunca se ha casado, pero eso no la detuvo de tener una carrera exitosa y formar una familia por su cuenta.
Ganadora de un óscar, dos globos de oro, ha participado en 68 series y películas, y es madre de dos hijos adoptivos. Diane es la representación perfecta de que la vida de una mujer no debe medirse con el parámetro de "¿pero y tienes un hombre a tu lado?". Además, ella le dio la bienvenida a sus hijos a los 50 años, así que no existe tal cosa como que "ya se nos está haciendo tarde".
Fue en 2001 cuando la actriz de Alguien tiene que ceder explicó que esa aparente soledad fue decisión propia. ¿Los príncipes azules? Esos sólo existen en los cuentos y está bien que se queden ahí:
Han pasado 18 años y la mentalidad de Keaton no ha cambiado ni un poco. En una entrevista reciente con InStyle, la artista reveló que ha pasado 35 años sin tener novio, sin siquiera salir en una cita romántica. Eso no quiere decir que este triste, sola y devastada, porque —como ella explicó— tiene muchos amigos. La única diferencia es que no hay besos de por medio, pero para ella eso está bien.
Es una cuestión de prioridades, las cuales varían de persona a persona y según el contexto. Si el romance no es para ti, no hay problema. Y si aún no ha llegado a tu vida, también. Si alguien quiere convencerte de lo contrario, recuerda que tu libertad y felicidad van primero, sin importar quién llegue (o no) después.
Te invitamos a leer: