Un brote de COVID-19 dentro de las cárceles de Filadelfia ha infectado al menos a 150, lo que ha provocado que el Departamento de Prisiones adopte medidas de "refugio en el lugar" y cancele el transporte de prisioneros a las fechas de la corte de forma indefinida. La noticia despertó la alarma entre los abogados que han estado presionando para que los tribunales reanuden los juicios con rapidez y resuelvan una acumulación de miles de casos interrumpidos por la pandemia.