El exjefe del Departamento de Salud de Filadelfia, Thomas Farley, se enteró de los restos encontrados por la Oficina del Médico Forense que pertenecían a las víctimas del atentado de MOVE de 1985, pero decidió incinerarlos y deshacerse de ellos en lugar de identificarlos por completo y devolverlos a la familia, según el alcalde Jim Kenney.