No es ningún secreto que los españoles saben comer bien. Su dieta de jamón serrano, aceite de oliva y tapas ya me está dando hambre de solo pensarlo. Pero el que quizás es su plato más consumido fuera de sus fronteras, la tortilla de papas (o «tortilla de patatas», para ellos), sorprende por su simplicidad. Con tan solo tres ingredientes logran un manjar que atraviesa países y generaciones.