La dueña del felino asegura que Billy, de 7 años, nunca ha sido de las mascotas que están esperando una caricia, sino que se trata de un animal muy independiente que suele dormir todo el día. Por eso, cuando la despertó con fuertes maullidos durante aquella madrugada y supo que estaba teniendo un infarto, no duda en afirmar que sin su intervención no habría sobrevivido