4.- OLFATO. Distinguir los distintos aromas de un vino es una de las partes más complicadas del arte de la cata. Por ello, se recomienda ejercitar el olfato con regularidad para poder apreciar las sutilezas que diferencian a los aromas del vino, lo puedes hacer con maderas, especias, flores y diversos olores más. Getty Images
Cada sabor se lleva con quesos, frutas o alimentos distintos, pero depende de su acidez y sus tonos dulces o afrutados. Aunque conocer las uvas de los distintos tipos de vinos tintos ayuda a orientarnos en el alimento ideal para acompañarlos, también hay que tener en cuenta la maduración de un vino. Crédito: Thinkstock
Cavernet Sauvignon. De sabor fuerte y perfumado, algunos de los aromas que podemos encontrar en los caldos con protagonismo de esta uva son la grosella negra. Para el maridaje necesitará platos a la altura de esta intensidad: carnes rojas, caza, platos con un toque amargo y quesos fuertes. Crédito: Shutterstock
Garnacha. Dadas las características propias de este tipo de uva, se acompaña con platos de sabores rotundos como los quesos curados, cualquier tipo de carne, pescados de sabor intenso o, incluso, ensaladas en las que a los vegetales le acompañen carnes, quesos o, incluso, frutos secos. Crédito: Thinkstock